sábado, 2 de mayo de 2009

MONTBLANC MEDIEVAL Y PALAU FERRÉ


Hoy hemos pasado un día agotador pero muy interesant en Montblanc compartiendo una agradable jornada con parte de la familia del pintor Palau Ferré. Para quién no le conozca, era mi caso hasta hace unos años, puede entrar en la web http://www.palauferre.org/. Basta decir que fue discípulo de Picasso. Y ya ni eso, es suficiente con contemplar alguno de sus cuadros para marvillarse con ellos.

Pues hoy he tenido el gran placer de visitar su museo y de pasar unas horas, incluidas la comida, en unas estancias repletas de cuadros, esculturas y cerámicas de este artista. Un lujazo por la importancia artística de estos objetos y por la calidez y el cariño que estos herederos de su legado nos han brindado a Lluna, Robert y a mí.

No sé a vosotros, pero a mí me fascina la pintura. Una de las mayores emociones que recuerdo en mi vida fue al hallarme frente a una de las versiones de los Girasoles de Van Gogh que se encuentra en la Pinacoteca de Munich. Otro de mis hitos como amante de la pintura fue contemplar una litografía de la paloma de la paz de Picasso en la pared de la impresionante suite de un hotel de Túnez. Así que hoy ha sido una gozada poder sentirme en tan buena compañía.

El motivo de nuestra visita a Montblanc ha sido la feria medieval que allí se celebra por estas fechas. Bonito pero cansado y atestado de gente. Palau Ferré ha sido la sorpresa y el verdadero protagonista para mí. También motivo de inspiración... ya os contaré.

2 comentarios:

Carolina dijo...

Preciosa pintura. Yo, desde niña, tengo un idilio con el surrealismo de Dalí y con los impresionistas franceses. Y es que el arte emociona por igual sea en forma de letras o de pintura. Besos artísticos!

La Bruja de Clarà dijo...

Muy bonita, es verdad. Imagínate el subidón de estar comiendo en una estancia llena de otras muy semejantes a esta... una pasada. Mi romance con los ismos se inicií también con los imprionistas y se fue ampliando y complicando y descubrí otros muchos como el simbolismo, expresionismo... y hasta he sido capaz de emocionarme con el cubismo. Es verdad que el arte en cualquiera de sus formas nos emociona por igual y nos transmite mucho de la personalidad de los artistas. Conocerlo es también una estupenda manera de cultivar nuestro espíritu y agrandar nuestra sensibilidad.
Cada vez estoy más convencida de que tenemos muchas cosas en común. Besos artísticos, pictóricos y literarios :) :)