NO PIENSO DECIR NI MÚ PARA NO GAFARLO

No voy a soltar prenda. Y mira que me muero de ganas de gritar a los cuatro vientos todo, todo y todo, pero seré prudente. Se trata simplemente de posibilidades que se dibujan en el horizonte, en esa incierta y estrecha línea que hay entre publicar y no publicar, esa es la cuestión. Eso sí, os diré que hay por ahí un par de editores que andan pendientes de lo que hago. Editores que me han leído y esperan a ver qué puedo ofrecerles. En fin, toca esperar. Los tiempos del escritor se dilatan y nada podemos hacer por cambiarlo. Bueno, sí, para no sufrir ni esperar ni probar ni intentarlo lo mejor es autoeditarse. De todas maneras hasta que no haya un contrato firmado de por medio yo no digo ni mú. Escritora, a seguir escribiendo.

SIN NOVEDAD EN EL FRENTE

Poco a poco me voy acostumbrando a mi nueva vida de mañanas silenciosas y tranquilas hasta que llega la hora de ir a buscar a Lluna al cole. Parece una tontería pero se acumulan un montón de pequeñas cosas que te hacen ir de cabeza. Que si hoy toca gimnasia y hay que tener el equipamiento a punto, que si las batas de los lunes, que si la bolsa del desayuno, que si los deberes que tenemos que hacer los papis, que si las reuniones... Esto de tener pequeñajos en el cole es un no parar.
Mientras tanto, sigo adelante con mis días de radio. Participar en Cuando ruge la marabunta está resultando muy gratificante y divertido y mi pequeña sección en Onda Cero me está dando muchas alegrías y parece que va a traer aparejadas nuevas oportunidades. De momento hay por ahí otro proyecto que me daría más tiempo en antena porque ahora tan solo cuento con 10 minutos ya que el programa tiene una audiencia de 40.000 oyentes y eso se traduce en una enorme cantidad de publicidad.
Por otro lado están los tejemanejes de esta bruja escritora que sigue empeñada en escribir su novela sobre Egipto y que ya tiene nuevo proyecto escritoril a la vista. Esperemos que este sea de los que se concretan. Vamos, que seguimos más o menos como siempre y, como dice el titular: sin novedad en el frente.

RETOMANDO DONDE LO DEJAMOS

Diría que la maldición de la momia de Ramsés II ha decidido hacerme la puñeta. Seguramente debe andar algo cabreado porque no es el protagonista de mi novela y no está acostumbrado a ser un mero figurante, de lujo pero figurante al fin y al cabo. Y es que cuando finalmente arrancaba la novela un virus de esos que duran tres días se ha instalado en casa por casi una semana y me ha dejado hecha unos zorros. Delgadita y cansada, muy cansada. Desanimada. ¡¡Con lo que me había costado ponerme al tema!! En fin, hoy miércoles con sabor de lunes retomo las cosas donde las dejé hace una semana.
Por otro lado tenemos la radio que sigue adelante sin prisa pero sin pausa. Mañana vuelvo a marabuntear en Alternativa Barcelona y el viernes visito otra vez La Ciutat de Onda Cero Barcelona. Y, no os lo vais a creer, tengo entre manos un nuevo proyecto de radio relacionado con la literatura. Este va a ser a largo plazo (seguramente para 2011) y será de ámbito autonómico y con más tiempo en antena. Pero ya os contaré que siempre que me adelanto me da mal fario. Pues eso, que seguimos adelante que no es poco.

SUMANDO Y SIGUIENDO

Estoy convencida de que en esta vida lo importante es seguir adelante, siempre adelante, y sumando. Cada cual sabe lo que le aportan las cosas. A mí, personalmente, experiencia y satisfacciones. Disfruto de lo que hago, anoto una línea más en mi cuaderno de la vida y nunca dejo cadáveres en la cuneta, no es mi estilo. Con esa manera de proceder y a día de hoy no puedo quejarme de cómo me ha ido. Vaya, parece que me he levantado filosófica jejeje
En definitiva, que mi debut en Onda Cero fue bastante más que digno. Y no lo digo yo, lo dice el hecho de que no me han dicho aquello tan temido después de la primera cita "ya te llamaré". Las críticas han sido buenas y la sensación que tuve también, todo fluyó y me sentí muy a gusto. Y, como se suele decir, si no querías arroz toma dos tazas, Catalina. Vamos, que hay en vistas otro proyecto de radio, este más ambicioso porque sería de ámbito autonómico y supondría más espacio en antena.
Quién me iba a decir a mí, después de mis nefastos inicios hablando de libros en la radio a principios de 2009, que la cosa acabaría tomando estos derroteros y que, además, me sentiría como pez en el agua. Y es que en Cuando ruge la marabunta o La Ciutat hay verdaderos compañeros y no tengo la sensación de que voy a salir en antena a pelearme con las personas con las que estoy haciendo el espacio. Es lo que tiene hacer las cosas con gente profesional y, sobre todo, es lo que tiene que el ego de los demás sea del tamaño habitual, no tan grande que se empeña en aplastar al tuyo para poder destacar.
En fin, que ahí estamos, siguiendo una trayectoria. Porque lo que en un principio parecía un ir picando de flor en flor se está convirtiendo en un camino hacia alguna cosa. Parece que mi gran afición está guiando mis pasos profesionales. Eso sería poco menos que un sueño. Justo cuando pensaba que mis días de periodista ya habían dado de sí todo lo que podían dar empiezo una nueva carrera. La verdad es que estoy muy ilusionada. Ya os iré contando más sobre mis sueños y mis alegrías. Por cierto, mi novela está en marcha y ya estoy con el segundo capítulo, ¿se puede pedir más?