Estos últimos días ando dale que te pego con las lecturas y las reseñas. A los libros solicitados para reseñar en Anika entre libros se han ido añadiendo algunos leídos por mi cuenta y otros que me envían amigos y escritores conocidos, unos a los que les ofrezco hacer la reseña (una echa una manita dentro de sus humildes posibilidades) y otros que me lo piden. Así las cosas tenía un buen stock de lectura acumulada y algunos compromisos que cumplir. Y me he puesto las pilas: la última semana la he pasado escribiendo reseñas, sin dejar de leer, of course.
La intención es ponerme al día en la lectura y poder dedicarme un poco más a escribir mis historias. Por otro lado, y aunque no escriba, las historias van tomando forma. Es increíble cómo la creación se va retroalimentando para acabar convertida en escritura. Todo sigue adelante. Todo va tomando forma. Es genial. Mañana cursillo si los hados me son propicios y a partir del día 2 de febrero empieza la preinscripción de Lluna que este año comienza P3. ¡Jo! ¡Mi enana va a ir al cole ya! Nuevos cambios, espero que para mejor y que el arranque definitivo de La hija del escriba sea uno de ellos.