Poco a poco me voy acostumbrando a mi nueva vida de mañanas silenciosas y tranquilas hasta que llega la hora de ir a buscar a Lluna al cole. Parece una tontería pero se acumulan un montón de pequeñas cosas que te hacen ir de cabeza. Que si hoy toca gimnasia y hay que tener el equipamiento a punto, que si las batas de los lunes, que si la bolsa del desayuno, que si los deberes que tenemos que hacer los papis, que si las reuniones... Esto de tener pequeñajos en el cole es un no parar.
Mientras tanto, sigo adelante con mis días de radio. Participar en Cuando ruge la marabunta está resultando muy gratificante y divertido y mi pequeña sección en Onda Cero me está dando muchas alegrías y parece que va a traer aparejadas nuevas oportunidades. De momento hay por ahí otro proyecto que me daría más tiempo en antena porque ahora tan solo cuento con 10 minutos ya que el programa tiene una audiencia de 40.000 oyentes y eso se traduce en una enorme cantidad de publicidad.
Por otro lado están los tejemanejes de esta bruja escritora que sigue empeñada en escribir su novela sobre Egipto y que ya tiene nuevo proyecto escritoril a la vista. Esperemos que este sea de los que se concretan. Vamos, que seguimos más o menos como siempre y, como dice el titular: sin novedad en el frente.
2 comentarios:
Parece que tenés días cargados de cosas por hacer. Pero si la mayoría de esas cosas te llenan el corazón, sos muy afortunada,
Sí que soy afortunada, ADN, es cierto que lo soy. Un saludo.
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