Día de tormenta. Ya tocaba porque llevamos muchos días así y no caía ni una gota. Además, la lluvia siempre me inspira (la idea de "El susurro de los árboles" nació en un día de lluvia). Lluna y su papá juegan en la planta de abajo. Max está muerto de miedo con los truenos. Y yo ando a vueltas con "El Café de la Luna". Sigo ahí, poniéndole el punto final.
Corregir, reescribir, pulir... es una de las partes del oficio de escribir que menos me gusta. Pero una vez acabe este proceso tendré una nueva historia con vida, completa, acabada.
Me doy cuenta de que me paso los días de fiesta aporreando las teclas de mi ordenador. Pero no me importa. Escribir es una de las cosas que más me gusta hacer. Ahora sólo puedo hacerlo durante los festivos, que es cuando el papá de Lluna hace de canguro, y a ratos por las tardes. De momento el nuevo horario no acaba de quedar fijado hasta que la nueva temporada de trabajo de Robert quede instaurada en su rutina anual. Poco a poco, como se suele decir y nunca mejor dicho: despacito y buena letra.
3 comentarios:
Me encanta los días de lluvia. Aquí todavía no ha llovido, espero que lo haga pronto (aunque eso sí, que con moderación).
Muchos besos y dale uno muy gordo a Lluna.
Hola, hola!!
Pues sabes una cosa? Me gusta corregir lo que escribo porque me doy cuenta de errores que me parecen garrafales y horrorosos y así, aprendo que te aprendo....
Besos y que llueva, que inspira un montón!
¡¡¡¡Hola, guapisísimas!!!! Qué gusto volver a la rutina y dejar agosto atrás. Qué maravilla saber de vosotras. Yo también adoro la lluvia, MJesus, me hace sentir bien y el olor a tierra mojada, uuuuuuuuuum. Carol, me guste o no tengo que hacerlo, es una parte del trabajo. Me encanta trabajar los textos pero también me estresa porque siempre pienso que me dejo algo, más porque estos relatos parten todos del primero, comparten personajes y aunque son independientes están relacionados. En fin, que ya he acabado. Besos a las dos.
Publicar un comentario