Hoy la cartera me trajo un paquete. Venía desde Boston pero destilaba aromas cubanos. Dentro del enorme y agotado sobre, que había viajado tanto en busca de su destino, tres libros. Libros viajeros.
Mi amiga Yani me los enviaba tal y como me había dicho. Lo que no me dijo es que vendrían dedicados con todo su cariño. Sí, porque la idea era que me llegaran a través de una empresa de venta por internet para que no llegaran tan cansados. Al final, tras un trayecto más largo, llamaron a mi puerta con sus primeras páginas cargadas de dulces palabras especialmente escritas para mi enana y para mí.
A Lluna también le ha encantado este regalo, sobre todo, porque en realidad es para ella. Yani le ha querido regalar su Doña Flautina Resuelvelotodo y su Ay, luna, luna, lunita... Tendrá que perdonarme Lluna pero primero los leeré yo. Yanitzia me ha hecho redescubrir los cuentos infantiles y pienso leerlos todos para aprender mucho de ellos y, quién sabe, a lo mejor hasta me pongo a hacerle la competencia.
También había un libro para mí: Al otro lado. Como siempre sólo me queda agradecer... ¡¡y leer!!
1 comentario:
Estoy de acuerdo, la alegría de recibir un libro, y además dedicado por una amiga escritora, es difícil de definir; pues es una sensación única.
Oye, creo que Lluna está enfadada por que tú te leerás el cuanto antes que ella jeje. Está preciosa en la foto.
Un beso.
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