YA SE NOS PASÓ EL PASMO

© de la foto: yo.

Después de un tiempo de moverme en este mundillo, con un pie dentro y otro fuera, ya empiezo a conocer los entresijos y la manera de funcionar de todos los especímenes que pululan/pululamos por él. Así es que, superado el alucine inicial, arrinconamos el proyecto de la novela fantástica ilustrada hasta las navidades (sin demasiadas ganas de embarcarme en él, la verdad) y seguimos con otras cosas, llamando a nuevas puertas que puede que se abran o no, pero hay que llamar a ellas. Todas y cada una se pueden abrir a fuerza de insistir o por pura suerte.

Vivir en este siglo y tener acceso a algo tan valioso como es internet es todo un lujo. Gracias a eso he conseguido casi todo lo que tengo literariamente hablando. El escribir no, claro, eso venía de serie y ha sido como un virus que ha acabado manifestándose cada vez con más virulencia con el paso de los años. En otra época las cosas no hubieran sido así. Internet me ha abierto muchas puertas, me ha hecho atravesar fronteras y llegar a los rincones más insospechados. ¿Quién me iba a decir a mí que acabaría viendo mis relatos publicados en una revista mexicana (la del instituto Cultural de Aguascalientes)? ¿Y en una rumana (Contemporary Horizon)?

Pues seguimos adelante. Ahora con un nuevo proyecto entre manos que va a pasar por delante de mi novela (una vez más, sí lo sé, lo siento). Pero es que se trata de un sueño que puede hacerse realidad. Tengo un plazo de tiempo razonable y las ganas para hacerlo y espero que la suerte me sonría. Hace tiempo hablando con cierto editor me dijo que transitaba el camino correcto. "Eres trabajadora y sabes escribir, me dijo, sólo te hace falta un golpe de suerte". Pues ¡¡leches!! a ver si me llega ya.