martes, 12 de enero de 2010

PREPARANDO UN RELATO SOBRE LAS MADRES DE LA PLAZA DE MAYO


Me fascina internet. ¿Que uno pierde mucho tiempo? A lo mejor, pero también lo perdemos viendo infumables programas televisivos, jugando a videojuegos... en fin, que hay muchas maneras de perder el tiempo. Al fin y al cabo las cosas no son buenas o malas en ellas mismas sino que todo depende del uso que de ellas hagamos. Y mi relación con internet ha sido desde el principio estupenda. Ahora, de nuevo, otra vez lo es.
Hace tiempo os hablé del libro de relatos en el que había empezado a trabajar. Se trataba de un compedio de textos sobre mujeres que sufren por el hecho de ser mujeres: ablación, burkas, violencia de género... y también pensé en hacerles un pequeño homenaje a las valientes Madres de la Plaza de Mayo que llevan más de 30 años luchando por que se haga justicia con la desaparición de sus maridos, hijos y nietos. Estos últimos, en muchos casos, han ido a parar a manos de los verdugos de sus padres que los robaron y los han criado como si fueran suyos propios.
Después de las fiestas de Navidad me volví a poner con mis relatos. En dos días acabé la historia de Muna y la de las niñas chinas cuyos padres abandonan a su suerte porque sólo pueden tener un hijo y prefieren que sea un varón. El siguiente en la lista era el relato titulado provisionalmente "Girar y girar" sobre las madres. Empecé a buscar información. Encontré una canción maravillosa de Carlos Cano, Tango de las madres locas, que me puso la carne de gallina y me estremeció. Se me ocurrió colgar el enlace en el Facebook y lo siguiente fue una nueva canción de Ismael Serrano, A las Madres de la Plaza de Mayo, que una de mis amigas me recomendaba escuchar. Luego vino lo mejor: mi amigo Dago, que ya me ayudó con El susurro de los árboles, me pasaba el contacto de su prima Myrna, residente en Argentina y familiarizada con el tema. ¿No es genial? Tendré la oportunidad de hablar con alguien que me puede contar testimonios en primera persona. Estoy entusiasmada.
Haciendo de escritora me doy cuenta de que no soy tan mala periodista como pensaba, de que el periodismo me gusta más de lo que creía y de que, en el fondo, ejerzo de periodista de investigación. Supongo que se trata de la motivación y que sin ella ni el periodismo ni nada tiene demasiado sentido. Así que en estas estoy, escuchando tangos y esperando el testimonio de Myrna. No me olvido de Egipto, no. Para los que penséis que soy inconstante os diré que me muevo por impulsos y que la falta de tiempo me impide dedicarme a una novela en la manera que yo entiendo que me he de dedicar. La hija del Escriba sigue dibujándose en el horizonte de Amón y tarde o temprano llegará. Espero que para el 2011 más o menos esté acabada. De momento el espectáculo ha de continuar y un escritor que no escribe no lo es, así que hay que seguir escribiendo.

2 comentarios:

Carolina dijo...

Estoy conpletamente de acuerdo.
Seguiremos escribiendo, cuando nos apetezca, cuando la inspiración nos envuelva...

La Bruja de Clarà dijo...

En ello estamos. besotes, guapa