viernes, 21 de agosto de 2009

EL PODER DE LAS PALABRAS


Este pequeñajo que aparece en la foto es Rodrigo Palma Moraga, para los que hayan leído "El susurro de los árboles" es el pequeño Gigo uno de los protagonistas del capítulo 18 titulado "El inventor de futuros". Cuando hace unos años empecé a escribir mi novela colgué un anuncio en "Memoria Viva" pidiendo testimonios de las víctimas de la dictadura de Pinochet. Uno de los primeros mails que me llegaron fue el de los padres de este niño.
Rodrigo fue asesinado por los militares cuando apenas contaba 8 años de edad junto a su amigo Jim Christie Bossy. Les mataron por la espalda, fueron acribillados a balazos. Su único delito: estar jugando donde no debían, cerca de un gasoducto custodiado por militares. La historia de Gigo me conmovió y estuve a punto de dejarlo todo, era demasiado duro, demasiado real. También estaba el hecho de que sus padres, que llevan luchando más de 30 años por conseguir justicia, se volcaron en mí y me dieron todo su cariño además de poner mil expectativas en lo que yo iba a escribir. Eso supuso una gran responsabilidad, así es que quise dejarles claro que yo no era nadie y que ni siquiera sabía si el libro se llegaría a publicar algún día. Kena, su madre, me dijo que daba igual, que sólo con que alguien leyera la historia ya estarían contentos.
Y se publicó. Y yo pude darme el gustazo de enviarle a la familia de Rodrigo un ejemplar de mi novela. Y el agradecimiento y el cariño llegaron a raudales a través de la red. Han pasado casi seis años desde que la familia de Gigo contactó conmigo. Hoy hemos charlado su madre y yo en el chat. Al parecer se va a hacer una plaza en Coquimbo como homenaje a los dos pequeños asesinados. Kena me ha dicho que le gustaría mucho que yo pudiera estar allí. Y estaré, mis palabras estarán porque me ha pedido que le ayude a redactar el discurso de agradecimiento que quiere leer ese día. Cosas como esta hacen que me alegre de escribir como lo hago, de implicarme con estas causas y de poner mi pluma a su servicio.

4 comentarios:

Verónica Valenzuela dijo...

qué emocionante cielo ! y qué duro para sus padres.
has conseguido el milagro de que la gente conozca su historia.
Pa que luego digan algunas imbéciles qué de que sirve ganar concursos....

Siéntete muy orgullosa de tu libro ( voy a comprarlo en papel cuando salga de los gastos del cole para leerlo en condiciones ) y piensa que ese niño desde la eternidad te estará agradecido y te está echando una manita.
ya sabes que te quiero mucho brujilla.
un beso

La Bruja de Clarà dijo...

Hola, corazón,
escribir mi novela es una de las mejores cosas que me han pasado en esta vida. Para mí este libro va mucho más allá de lo que representa en sí (dinero, poderme llamar escritora...)porque es, sobre todo, un cambio en mi vida, una decisión muuuuuuuy ìmportante que una noche de estas en nuestros chats ya te contaré. Y, sobre todo, es mi literatura protesta, saber que ha servido para algo más, para hacer felices a muchas personas y para contribuir un poquito a que la gente no pierda la memoria de cosas como esta.
Me siento orgullosa de mi libro y de tener amigas como tú. El premio de todo esto es lo que lleva consigo y tú eres parte de él. También sabes que tienes toooooooodo mi cariño y toooooooooda mi complicidad. Las brujas es lo que tenemos: una solidaridad y un coporativismo acojonantes :)

Unknown dijo...

Siéntete ORGULLOSA de eso, amiga. Eres una persona con un corazón ENORME.
Comprendo la sensación que te causó recibir la foto, me lo imagino y se me pone los vellos de punta.
Besos.

La Bruja de Clarà dijo...

Hola, Maria Jesus, de lo que me siento orgullosa es de tener algo que ver con gente maravillosa como Morgan y tú. Tú también eres de las que se mojan en esto de escribir y no te olvidas de las causas nobles. ¡¡¡Hay tantas cosas que nos gustaría cambiar de este mundo!!! Mil besos a la abuela más dicharachera de toda la red (qué bien suena eso de abuela, eh?).