miércoles, 29 de julio de 2009

CALOR, HELADOS, MOSQUITOS Y NUEVOS PROYECTOS


Sigue el calor. Continúan picando los odiosos mosquitos . Ya no tengo canguro (el papá de Lluna ha vuelto hoy al trabajo). Se acabaron las vacaciones para poder escribir. Sin embargo, esta bruja sigue inventando pociones y dando golpes de escoba a diestro y siniestro para seguir haciendo cosas.
Septiembre traerá, además de lo que ya os he ido contando (entrevista con Jordi Sierra, preparación como jurado del IV Scream "Cielo Abierto", concretar el tema de las charlas sobre esto de escribir y comentar mi novela con lectores...) un posible nuevo proyecto de radio (hasta aquí puedo leer, más que nada porque me lo han comentado hoy y no tengo ni idea de qué va, se ha de hablar).
Octubre traerá con toda probabilidad una entrevista con la egiptóloga Teresa Bedman y su colega Francisco Martín Valentín a propósito de su libro sobre la reina egipcia Hapshepsut. También flota en el aire una posibilidad de viaje a Egipto pero muy remota y no me quiero hacer ilusiones (aunque debería ir porque Yani me lo recomendó para poder ambientar mi novela je je je...). De momento, sigo microrrelatando. No sé si es el calor o las últimas semanas de actividad pero no hago más que imaquinar cosas y tener nuevas ideas. Lástima que tenga tan poco tiempo para llevarlas a cabo. Mis consejos para combatir los bloqueos literarios parece que no le funcionan a nadie más que a mí (que le pregunten a Maria Jesús-Corazón Nácar).
En fin, me armo de paciencia para aguantar el calor, los mosquitos y a los veraneantes que no respetan a los que habitamos estas tierras todo el año, nos roban el descanso y rompen, no, masacran el silencio, lo hacen añicos despiadadamente y a todas horas. ¡¡¡Qué ganas tengo ya de que se acabe agosto y aún no ha empezado!!!

2 comentarios:

Ramón María dijo...

Armate de paciencia pronto pasará el verano.


Agur un saludo.

La Bruja de Clarà dijo...

Hola, Montxu, si la verdad es que nos quejamos de vicio con el hambre y los mucho problemas que hay en el mundo. Nada, lo mío es por un mal día. Hoy, ya no me parecen ni tan molestos los vecinos je je je. Un abrazo