martes, 21 de abril de 2009

UN PEQUEÑO REGALO INESPERADO


Para alguien que trabaja en la soledad de su cubículo, que escribe durante largas horas sin remuneración, que sólo recibe el pago de lo que finalmente publica aunque el trabajo esté hecho, seguir adelante se hace, en ocasiones, muy duro. Es difícil ser escritora. Como siempre digo, esta es una carrera de fondo y los tiempos se dilatan espantosamente y todo tarda mucho en llegar.

El 30 de abril del 2008 me dijeron que había ganado el YoEscribo.com de novela y hasta octubre no tuve ni el libro ni el dinero en mis manos. Hay algunos relatos míos en danza por ahí a la espera de ser publicados pero aún no me han dicho nada. Los ejemplares de Parteaguas que me tienen que llegar siguen dentro de ese agujero negro que es correos... y así podría estar poniendo ejemplos hasta cansarme.

Cuesta mucho seguir adelante. Esa crisis de la que hablan existe de verdad. Las cosas son cada día más caras y cada vez te cuesta más cobrar. Por no hablar de las colaboraciones: si oyes la palabra colaboración huye porque no te pagarán. A veces tiraría la toalla y me pondría a trabajar de cajera en un super o de dependienta... no sé, algo menos aventurado que esto de las letras que es una especie de lotería, como lo de ser free lance que tampoco es que te solucione la vida.

Escribir es lo que me gusta hacer. Es para lo único que realmente creo que valgo. Pero es difícil, lento y, como todo el mundo, tengo facturas por pagar. Mi compañero me anima. Me dice que no lo deje ahora, que no me rinda, que cada vez está más cerca... pero yo sólo veo que él se mata a trabajar y que, al final, su sueldo apenas llega para ir pagando las facturas y poco más.

Entonces alguien lee algo tuyo. El 4 de abril un desconocido de nombre Jorge Raúl Mutis leyó mi relato "El secreto de Marcela" (http://www.canasanta.com/narrativa/el-secreto-de-marcela-cuento-00001.html) y tuvo el detalle de dejar este comentario: "Iluminó la oscuridad de mis pensamientos. Hermoso." Supongo que los que escribís sabéis que cada escritor se nutre de lo que opinan de él sus lectores. A mí me emocionó leer ese comentario. Fue como un pequeño regalo que llega por sorpresa. El pago a tanto trabajo no remunerado y a tanto esfuerzo no reconocido. Una pequeña inyección de moral.

6 comentarios:

Carolina dijo...

Ves cómo hay que continuar? Siempre que estás a punto de tirar la toalla aparece algo que te hace tirar "pa´lante". Deberíamos creer un poco en el Destino?

La Bruja de Clarà dijo...

Pues es verdad que van llegando "señales" pero aún así cuesta tirar pa'lante. De todas maneras como una quiere seguir... pues eso, que sarna con gusto no pica. Supongo que hay un destino, pero yo creo más en el trabajo y en que uno puede plantarle cara al destino y desviarse un poquito antes de llegar a él. La suerte existe pero hay que salir a buscarla. Si llamas a cien puertas tienes más posibilidades de que se te abra alguna que si sólo llamas a una, ¿no?

Víctor Morata Cortado dijo...

Ánimo y no decáigas. Aunque creo que este consejo debería dármelo yo de vez en cuando también, tirar la toalla debe ser lo último. Siempre se agradecen esas "señales" y palabras de aliento y suerte tenemos de tener un bastón en el que apoyarnos. Besos y un fuerte abrazo.

La Bruja de Clarà dijo...

Es verdad, Víctor, que nosotros ya tenemos algún que otro arbolito plantado en esto de escribir... pero a veces ¡es tan cansado! En fin, mañana me daré el gustazo de firmar alguno de los últimos libros que me quedan y disfrutar un poco más de mi premio de novela. Supongo que eso me animará para unos días :) :). Mucho ánimo tú también.Todo mi cariño y un fuerte abrazo de vuelta.

Blanca Miosi dijo...

Querida Clara, siempre pienso que escribir es un arte, y como tal, a veces la gloria y el éxito tardan un poco en ser reconocidos.
Es preferible no dedicarle todo nuestro tiempo. Yo trabajo de 8 a 5 durante el día, y escribo de 8 a 11 o 12 de la noche. Es duro, pero no queda otro camino.

Un abrazo, y ánimo!

La Bruja de Clarà dijo...

Indudablemente es lo que hay que hacer, no queda otra. En mi caso, al ser periodista, mi trabajo es también escribir. ¿Sabes el problema? Que a los periodistas no hacen más que ofrecernos "colaboraciones" (incluso en medios de renombre)y eso quiere decir que NO te pagan. Frente a eso, uno se plantea dejar su profesión de lado para poder vivir. Pero bueno, es lo que hay. Gracias por tus ánimos y un abrazo.