Espero que seais de los afortunados que celebran Sant Jordi con un libro y una rosa. Esta es para mí una de las tradiciones más bonitas de la que participo desde niña. Atrás quedan los años en los que hasta en el banco te regalaban un libro por estas fechas... ay, qué tiempos aquellos. Como buena catalana lectora y, para más INRI, escritora en apuros hoy he celebrado el día del libro como se merece. Esta mañana al levantarnos en nuestra mesita del comedor, delante de la chimenea, nuestra senyera cubierta de libros y rosas. Os podéis imaginar la ilusión que nos ha hecho a todos, en especial a la pequeñaja que a sus cuatro años ya empieza a ser consciente de todo. Libros, rosas y puntos de libro para comenzar el día.
Después hemos colgado nuestra senyera en el balcón y nos hemos ido hasta la Plaça de les Monges de Torredembarra donde teníamos una cita con los chicos de Ona La Torre. Me hace muy feliz que se acuerden de mí cuando llega Sant Jordi. Me encanta que me asocien a los libros, no en vano ando siempre con uno en la mano. Y después de hablar de libros con Raquel, Sònia y Jordi, hemos levantado el campamento y nos hemos ido hacia Tarragona a comer unos bocatas y a pasear por la Rambla para empaparnos del ambiente festivo. Pocos días Catalunya luce tan bonita como el 23 de abril cuando sus calles y plazas se llenan de libros y rosas. ¡¡Larga vida a Sant Jordi!! ¡¡Larga vida a los libros!!
2 comentarios:
Era una mujer a un micrófono pegada...
La misma que viste y calza... a mí que la radio nunca me ha gustado, yo que siempre he sido rata de redacción... pa lo quemos quedao jejeje
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