jueves, 13 de marzo de 2014

TODA UNA VIDA

Hoy Max cumple doce años. Es el compañero de vida que, de momento, más me ha durado. Llevo más tiempo con él que con mi pareja, el padre de mi hija. A su lado he vivido los peores momentos pero también los mejores. Siempre a mi lado, noble y fiel. Nunca entenderé a las personas que abandonan a sus perros, menos cuando son viejos. Nos dan tanto a lo largo de su vida que es nuestro deber moral procurarles una vejez digna y confortable. Dicen que los perros de esta raza, pastor belga, suelen vivir un promedio de nueve años, por lo que pienso que cada día de más es un regalo. Mientras escribo esto, Max duerme a mis pies, bajo la mesa. Sus silencios, sus caricias, sus ladridos, su alegría cuando me ve... no puedo imaginar la vida sin ellos. Gracias, Max, por todo lo que me has dado en esta década larga. Te quiero.

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