miércoles, 27 de octubre de 2010

NO PIENSO DECIR NI MÚ PARA NO GAFARLO


No voy a soltar prenda. Y mira que me muero de ganas de gritar a los cuatro vientos todo, todo y todo, pero seré prudente. Se trata simplemente de posibilidades que se dibujan en el horizonte, en esa incierta y estrecha línea que hay entre publicar y no publicar, esa es la cuestión. Eso sí, os diré que hay por ahí un par de editores que andan pendientes de lo que hago. Editores que me han leído y esperan a ver qué puedo ofrecerles. En fin, toca esperar. Los tiempos del escritor se dilatan y nada podemos hacer por cambiarlo. Bueno, sí, para no sufrir ni esperar ni probar ni intentarlo lo mejor es autoeditarse. De todas maneras hasta que no haya un contrato firmado de por medio yo no digo ni mú. Escritora, a seguir escribiendo.

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