En esas andamos. Reseñando y en compañía de mi hada de color rosa chicle como siempre, de cursillo porque ayer era lunes y preinscribiendo a mi enana que el año que viene irá al cole. Además leyendo los "Hijos de Heracles" del amigo Teo y algún que otro para para poder llegar a todo. El hada rosa chicle con sus conjuros me tiene loca. Esto de educar no es sencillo. En unas semanas cumplirá ¡¡¡3 años!!! Leches, qué vieja soy :D.
Ayer asistí a la conferencia y coloquio de Marcel Riera, poeta, filólogo y consejero editorial de Viena Edicions. Nos habló del libro de Sherwood Anderson "Winesbourg-Ohio" que tengo pendiente de lectura. Esta vez la charla estuvo más encaminada al mundo editorial que al de la creación pero estuvo muy bien. También he de confesar que ese es mi espacio de oxígeno semanal y que me va de perlas salir de casa y alejarme del hada rosa por unas horas. Recargo pilas y desconecto. Lo malo es que al volver a casa tanto el hada rosa como el perro de chocolate están añorados e hipermimosos. El viaje en tren dio para la lectura e incluso para inventar un cuento infantil.
2 comentarios:
Pues le das un gran beso a tu hada rosa chicle. ¿Tú eres vieja? jajaja entonces ¿cómo soy yo?
Beso de tu parte al hada rosa chicle y otro de nuestra parte al bebé más "pacomérselo" del mundo mundial.
Por cierto, tú eres una jovencísima agüela megachachiguays. Otro besote pa ti.
Publicar un comentario