Le conocí a través de internet. Fue él el que estableció contacto conmigo y yo pensé que era un escritor aficionado como yo lo era en aquel momento, apenas un amateur. Cuando me di cuenta de mi error y de mi ignorancia fue un día al poner su nombre en Google y veer toda la cantidad de información que aparecía sobre él y sobre su carrera literaria.
Miguel es Profesor del Departamento de Letras de la Universidad Iberoamericana de México, escritor de éxito traducido a infinidad de idiomas y crítico literario. Este cubano ganó en 1970, con 23 años, el Premio Internacional de Novela Casa de las Américas y desde entonces no ha cesado en su actividad ni en sus logros.
Antes de saber todo esto tuve la osadía de enviarle mi novela. Él tuvo la amabilidad de leerla y de decirme grandes cosas sobre ella y sobre mi carrera:
"...Eres una escritora joven y estoy segurísimo que vas a dejar una huella en la literatura española de tu tiempo. Creo, sobre todo, que tu voz llegará a los muchísimos otros (que somos nosotros) a quienes has convocado a pensar y amar. "
"...En tu novela todo es realidad, y también imaginación, como la vida misma. Y tienes la capacidad de inventar los mundos que existen en la dimensión de las palabras y persisten en la percepción de quienes te leemos y admiramos. Adelante, no hay límites para la literatura y el arte. "
"...María Dolores: leo tu novela, veo tu trazo, el mundo que iluminas con las letras, y sé que estás ahí, detrás de las palabras, inventando una realidad que nos hace doblar la fantasía. Me registré en yoescribo.com y, si tengo la oportunidad, escribiré algún comentario más extenso sobre tu novela, tanto acá en los medios como en mi blog. Felicidades, Miguel".
Y, finalmente, Miguel puso su pluma (o sus teclas que es la realidad pero no queda tan poético) a mi servicio y escribió estas palabras:
"Recuerdo muy bien tu novela y creo que es una magnífica aproximación al problema básico del ser humano, ser o no ser en un mundo agresivo y difícil. Esto es lo que diría sobre ella:
María Dolores García escribe desde la pasión de ser, pone el alma y la vida en cada línea, y sufre con el difícil dilema de la palabra justa, que pretendió Flaubert. Pero no se rinde e inventa la trama vibrante en que unos personajes sufren y luchan en circunstancias que evocan las grandes tragedias de la antigua Grecia. Ella quiere encontrar, en medio del dolor, la señal hermosa de la esperanza que un día aleteó en el fondo de la caja de Pandora. Con mano hábil, nos conduce al recinto misterioso de la historia, donde un topo horada la tierra conocida y una flor nos seduce con perfume de auroras. He aquí una escritora que abre su mundo ante nosotros y nos convoca a pensar, sentir, preguntarnos y finalmente ser hasta el fondo cuanto debemos ser. María Dolores es hoy la maga y la voz de un oráculo secreto donde veremos arder el amor y la vida".
Gracias, Miguel, de mayor quiero ser como tú.
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