jueves, 26 de junio de 2025

EL DOMADOR DE LAGARTIJAS SIGUE VIVO

 










Hace casi una década escribí El domador de lagartijas un libro basado en anécdotas familiares sobre la posguerra. Básicamente narraciones de las travesuras de uno de mis tíos o cosas que me contaba mi abuelo. Siempre había querido escribir sobre el padre de mi madre con el que tuve una maravillosa relación hasta que murió cuando yo tenía dieciocho años. Mi abuelo fue un republicano represaliado por el franquismo, así es que vivió en silencio y con mucho miedo. A la hora de escribir sobre él no tenía casi nada, sólo estas anécdotas. Además, escribir sobre algo tan personal me resultaba muy complicado, no acababa de encontrar la voz. Así que me inventé un par de niños, Aurora y Ginés, que me ayudaron a crear una historia que, a día de hoy, siete años después de haberse publicado, sigue dándome alegrías. Como he contado mil veces en presentaciones o clubs de lectura, esta historia nació a partir de su título. Ese título lo inventé un día que andaba por un camino rural que me llevaba a la escuela de mi hija; pero esa es otra historia.

El caso es que gracias a mi editora, Ana Coto, mi domador llegó al instituto El Cid de Madrid allá por abril del año 2019. Fue una experiencia preciosa. De ese día es la primera foto que ilustra este post. No os imagináis mi sorpresa cuando, unos años después, una profesora de instituto me contactó por Instagram para decirme que había leído el libro y que iba a ser lectura obligatoria para sus alumnos de cuarto de la ESO. Este ha sido el tercer año que Aurora y Ginés han acompañado a los alumnos del IES Santo Domingo de El Puerto de Santa María y el primero que yo he podido compartir con ellos unos momentos geniales. El 14 de mayo fue un día inolvidable. Aprendí mucho sobre mi libro a través de los ojos de estos lectores. Me di un baño de masas que, misántropa y poco sociable como soy, curiosamente me sentó de maravilla. Larga vida a El domador de lagartijas que ya me ha dado cuatro ediciones (tres reimpresiones).

viernes, 20 de junio de 2025

SEGUIMOS EN LA CARRETERA CON LAS VOCES DEL BARRANCO

 

Ya ni me acordaba de este blog. La verdad es que últimamente mi memoria no es lo que era. Más de tres años desde la última entrada, que se dice pronto. Una pandemia, un apagón internacional, unos cuantos achaques de salud y la muerte de mi padre de por medio. Han pasado mil cosas en este tiempo, también en mi carrera escritoril. Sería complicado relatarlo todo en una entrada en un blog, así que sólo os hablaré de mi última novela escrita durante la pandemia y publicada en marzo de 2024.

A los que hayáis leído El domador de lagartijas deciros que Las voces del barranco es su precuela, la vida de la misteriosa y siniestra Úrsula. Aunque tal vez es un poco ingenuo creer que alguien vaya a leerse este texto ahora que los blogs están tan demodé. El caso es que, aunque no me lo planteé en un principio, voy a tener mi propia trilogía. Qué cosas. Pero, al final, los proyectos de una escritora dependen de mil cosas, como la inspiración o las peticiones de las personas que la leen. Pasó también con El café de la Luna, que tuvo su continuación en La otra cara de la Luna, a petición de mis lectores y lectoras, y no descarto que vuelva a ocurrir.

Por lo demás, sigo picando piedra en este mundillo literario. He conseguido cosas, muchas la verdad, si tenemos en cuenta que no he tenido ni enchufes ni contactos ni "na de na" y que todo ha sido a base de trabajo y más trabajo. Hemos picado mucha piedra, para qué vamos a engañarnos; y no hemos recibido lo que hemos dado, eso también. Pero seguimos aquí después de tanto tiempo, luchando y haciendo cositas. Tengo la tranquilidad de tener detrás una editorial con la que llevo trabajando desde 2018 y que ha publicado todo lo que le he propuesto. Aunque es una editorial pequeña y con pocos recursos con lo que eso conlleva. Además de estar en Madrid y yo en Tarragona con lo que eso representa. Lo bueno es que sé que cuando acabo de escribir una novela hay alguien al otro lado que se la va a leer con cariño y que mis libros van a ir de feria en feria y voy a tener lectores de toda la península. Lo malo es que no da ni para pipas y encima te piratean. Pero bueno, son más las cosas buenas que las malas.

Así que seguimos al pie del cañón aunque mucho más relajada y realista. No creo que esto me dé para vivir jamás. Sé que no me voy a hacer "famosa" ni voy a llegar a según que sitios. Pero lo cierto es que me ahorro bastante en psicólogo y disfruto una barbaridad de cada pequeño logro. Vaya, pues al final he hablado de más cosas que de mi libro. Me ha gustado esto de volver al mundillo blogspot. Intentaré hacer alguna que otra entrada, por lo menos mientras me vuelve la inspiración o las ganas o yo qué sé qué porque no ando muy fina con los proyectos que tengo empezados. Pero esa ya es otra historia.

viernes, 22 de abril de 2022

 SEGUNDA EDICIÓN, REEDICIÓN DESPUÉS DE DIEZ AÑOS Y NUEVO LIBRO


Hace tanto que no me paso por aquí que casi ya no me acuerdo de cómo funciona esto. Ay, los blogs... ¡Con la vidilla que nos dieron en su momento! En fin, que me paso solo un momento para actualizar el mío, porque veo tantos autores que se han quedado en el camino que no quiero que penséis que he tirado la toalla. Este año llego a Sant Jordi contenta, muy contenta. Mi libro El pasajero 2228 llega a su segunda reimpresión. Por otro lado, El Café de la Luna vuelve a editarse diez años después en una nueva editorial y con una nueva portada y, por si fuera poco, junto a su segunda parte La otra cara de la Luna. Como podéis leer, me sobran motivos para estar contenta y conservar las ganas de seguir adelante. Mañana firmo en Torredembarra y, aunque sé que es algo simbólico porque una no es una escritora mediática, me sigue haciendo tanta ilusión como la primera vez. Incluso más porque seguimos resistiendo. 

lunes, 15 de marzo de 2021

II Certamen Narrativa Curta Papallones Liles


 El domingo 13 de marzo recogí el premio del II Certamen de Narrativa Curta Papallones Liles. Mi relato "Muna quiere coger flores" fue seleccionado como ganador y no puedo estar más contenta. Hay muchos motivos que hacen que este premio me llene de felicidad. Es el primero que recojo desde 2016 cuando gané por segunda vez el Paraules d'Adriana y desde entonces no había vuelto a concursar en certámenes literarios porque estaba por otras cosas. Además es un premio km 0 porque lo convoca Papallones Liles, entidad feminista de Creixell, el pueblo que está al lado del mío. Que sea un premio que tiene que ver con una de mis militancias, el feminismo, aún lo hace más especial. En definitiva, me siento muy feliz.

jueves, 11 de febrero de 2021

LOS LECTORES Y LECTORAS PREGUNTAN

 


Los lectores y lectoras de El pasajero 2228 preguntan.

¿Cómo y cuándo empezó a formarse esa historia en tu cabecita locuela? ¿Habrá segunda temporada?

Pues el cómo tiene más o menos su explicación, pero el cuándo es difícil de establecer en el tiempo.

Desde muy pequeña he sentido fascinación por el Antiguo Egipto; mi primer libro sobre el tema lo compré cuando tenía once años, así que ha sido una constante en mi vida: siempre había querido escribir sobre ello. Por otro lado, hace un tiempo leí una antología maravillosa, La maldición de la momia de la editorial Valdemar, en cuyo prólogo, también estupendo, se explicaba que así como del resto de monstruos clásicos existe un libro de referencia (Drácula de Bram Stoker, Frankestein de Mary Shelley…) no ocurría lo mismo con la momia. Me pareció significativo y pensé que estaría bien escribir una historia sobre momias. Más tarde me topé con la leyenda del pasajero 2228 del Titanic en internet y todo eso empezó a cocerse en mi cabeza sin yo saberlo. En 2014 hice el primero de tres cursos de Egiptología de la UAB y supongo que me envalentoné. Pensé que era el momento, tenía una buena historia y me apetecía contarla.

En cuanto a si habrá segunda temporada, no lo sé. En un principio está concebida como una historia independiente pero todo dependerá de las musas y de que encuentre una historia a la altura de Belinda Afroudakis y me atreva a contarla.

Una parte de la acción transcurre en Egipto y la historia tiene mucho que ver con la cultura antigua de ese país. ¿Has estado alguna vez en Egipto? Si es así, explica tu experiencia allí, qué visitaste, qué te gustó más, qué tipo de viaje hiciste…

Pues no, jamás he estado en Egipto más que con la imaginación. Y no por falta de ganas. Tres veces me he quedado a punto, pero no. Es el viaje de mi vida, espero poder hacerlo algún día, aunque me da un poco de miedo llevarme una decepción porque llevo mucho tiempo soñando con ello y lo he idealizado muchísimo. Si voy algún día, me encantaría hacer un viaje en plan misión arqueológica, de esos que organizan universidades u otras entidades que tienen que ver con la egiptología. Imagino que alucinaré y me gustará todo, capaz que me da un síndrome de Sthendal.

¿Existen realmente las bacterias propias del tal buque, por no hacer spoiler, o es una licencia literaria?

La halomonas titanicae existe de verdad. Las descubrieron en el año 2010 investigadores de la Universidad de Dalhousie en Canadá y de la Universidad de Sevilla. Pero, vamos, que si hubiera sido necesario me la podría haber inventado.

¿De dónde sacaste la información de anatomía y pruebas de diagnóstico? ¿Te gusta la parte médica?

Es complicado decirte exactamente de dónde porque las fuentes fueron muchas. Libros, internet, consultas a expertos… incluso eché mano de los apuntes de unas conferencias sobre antropología forense a las que asistí en el Museo Arqueológico de Barcelona hace muchos años.

La parte médica no me apasiona especialmente, pero sí todo lo referido a la aplicación de la tecnología médica en el campo de los descubrimientos arqueológicos. Es muy interesante todo lo que se puede llegar a deducir a partir de los restos que nos llegan del pasado a través de pruebas diagnósticas. En este caso era una parte fundamental de la trama y disfruté muchísimo con todo el proceso documental.

¿Con cuál de tus personajes te identificas? ¿Cuál de ellos es tu alter ego?

Soy un poco Belinda Afroudakis y un poco AmenRa. A una la doté de mi pasión por la egiptología y la arqueología en general; con la otra di rienda suelta a mis instintos asesinos más ocultos y he de reconocer que disfruté muchísimo siendo ella.

¿Es cierto que existe una leyenda de la momia del Titanic? De existir, ¿a dónde ha ido a parar la momia?

Sí, es cierto que existe, como tantas y tantas otras leyendas que tienen que ver con el malogrado transatlántico. Su protagonista es la conocida como Unlucky Mummy que se encuentra en el British Museum. En la red se pueden encontrar mil versiones diferentes de la leyenda de su maldición. En caso de ser cierta esa leyenda, la momia hubiera ido a parar al fondo del océano Atlántico donde reposa el barco. Y tú dirás, “si está en el Museo Británico no puede estar en el fondo del océano”. Pues podría estar porque, en realidad, lo que se conserva en el museo no es la momia sino la tapa de su sarcófago.

Y como pregunta para volverte loca, hablando de tu anterior libro, ¿plasmarías la “deficiencia” con un estudio médico, psicológico y social de tu otro personaje principal, Ginés, de “El domador de lagartijas”?

No, no lo creo, no domino esas materias como para marcarme un estudio. Es cierto que la diferencia, más que “deficiencia”, de Ginés, su especial humanidad y su lugar en la sociedad y el tiempo que le tocaron vivir se podrían plasmar en un estudio, claro, pero creo que dicen mucho más de él su forma de actuar y su voz en la novela. De una manera simple y llana, sin necesidad de terminologías propias de ese tipo de estudios.

¿Te supuso mucho dolor de alma escribir El domador de lagartijas? ¿Supuso una especie de alivio y liberación? ¿Un perdono pero no olvido? Resumiendo, ¿qué sentimientos te produjo?

Escribí El domador de lagartijas en recuerdo a mi abuelo materno, como una especie de homenaje a él y a todos los que perdieron la Guerra Civil. Mi abuelo fue una persona muy importante en mi vida. La suya fue la primera muerte cercana que me tocó vivir y me marcó profundamente. Como escritora había pensado más de una vez escribir sobre él pero no encontraba la manera. Cuando al final convertí mi propia memoria en ficción, cuando encontré la forma de hacerlo a través de Ginés y Aurora, de Cosme, Mateo y Lilith, tuve que hacer un importante ejercicio de introspección, de buscar en mis recuerdos y en mis emociones. Intenté sentir en carne propia la impotencia de haber perdido cuando se lucha por una causa justa, el despertar dramático de un sueño, la humillación… En fin, muchísimas cosas. Todo el proceso de documentación me llevó a experimentar mil emociones. Me vi indagando en el Archivo de la Causa General donde encontré algunos documentos que hablaban de mi abuelo y mientras lo hacía me daba miedo lo que pudiera llegar a encontrar. Investigué el pueblo del que procede mi familia materna y en una página de memoria histórica hallé una fotografía en la que también estaba mi abuela a la que no llegué a conocer. Fueron muchas y muy diversas las emociones; incluso mientras releía la novela para reescribir y corregir había momentos en los que me emocionaba y me entraban ganas de llorar.

A pesar de todo fue un trabajo muy enriquecedor además de terapéutico, también muy sentido. Un poco un testimonio de lo que pasó y también de mi postura frente a ello.

¿Tienes algún nuevo proyecto entre manos? ¿En qué nueva historia estás trabajando?

Sí, alguno que otro. De momento trabajo en la precuela de El domador de lagartijas y empiezo a darle vueltas a su continuación. No concebí la historia para que tuviera varias entregas, pero “por culpa” de los lectores acabará convertida en una trilogía. En un club de lectura en Roda de Berà, mientras los demás participantes me decían que les apetecería leer una segunda parte del libro, una lectora comentó que a ella quien realmente le interesaba era el personaje de la Úrsula, y que le gustaría saber cómo había llegado a ser quien era. Me pareció muy buena idea.

Paralelamente estoy trabajando en un libro de relatos que tiene como título provisional Todos los muertos y que nace de mi afición por la escultura funeraria y los cementerios. Y más cosas, pero de momento estos son los dos proyectos que ya están tomando forma.


martes, 24 de noviembre de 2020

LA MEMORIA DEL JARDÍN


Allá por enero de 2020 Míriam Alonso me propuso formar parte de una antología de relatos. Las premisas a seguir fueron: tema libre, una flor protagonista, extensión máxima de diez folios, fecha de entrega febrero. Y yo, que soy una chica fácil en cuanto a propuestas literarias se refiere, no me pude resistir. Una vez más la Covid-19 nos trajo de cabeza. La fecha inicial de salida del libro prevista para abril quedó pulverizada ante la situación de emergencia sanitaria y el confinamiento. La editorial que se iba a hacer cargo del proyecto tuvo que bajar la persiana y todo quedó en suspenso. 

Pero el trabajo ya estaba hecho, así que Míriam nos propuso como alternativa publicarlo con Amazon. Ninguno de los participantes nos bajamos del barco: al mal tiempo toca reinventarse y seguir adelante. Finalmente el proyecto vio la luz el pasado 16 de noviembre. Míriam Alonso coordina esta antología que cuenta con un prólogo de la periodista María de Miguel, con la portada maravillosa de Medusa Dollmaker y la no menos espectacular maquetación de Scarlett de Pablo. Los participantes, además de Míriam y yo misma, son Laura López Alfranca, Alberto González Llamas, Enara López de la Peña, Luis Fernando González, Carolina Corvillo, José A. Bonilla, Salvador Calvo Oliva, Laura Morales, Estelita Lara, Manuel Cortés Blanco, José J. Carrasco Álvarez, César Palacios y María Martínez. 

Si os apetece daros una vuelta por este jardín, podéis encontrarlo en formato papel y digital en Amazon: https://www.amazon.es/memoria-del-jard%C3%ADn-Miriam-Alonso/dp/8416618305#customerReviews 


viernes, 6 de noviembre de 2020

EL PASAJERO 2228


Corría el año 2014 cuando finalicé la primera escritura de El Pasajero 2228. El mal sabor de boca de mi experiencia editorial con Alrevés no me había quitado las ganas de escribir aunque sí las de buscar editoriales que se interesaran por mi trabajo. Cuando en 2018 la editorial Palabras de Agua publicó El Domador de Lagartijas pensé que, tal vez, podía interesarles también esta historia. Así que se la envié a Juan de Dios Garduño que enseguida me dijo que quería publicarla, quería hacerlo esa misma Navidad. Tal vez ha sido porque la novela trata sobre una maldición, o no, el caso es que ha habido un montón de impedimentos, incluso una pandemia mundial, que han retrasado su aparición. 

Finalmente, el pasado 2 de octubre El Pasajero 2228 se convertía en una realidad. Poco a poco el libro se va abriendo camino en esta situación tan complicada. Nos hemos quedado sin ferias, no podemos hacer presentaciones... pero seguimos adelante con toda la ilusión del mundo. ¡Larga vida al Pasajero!