sábado, 28 de abril de 2012

UN ALTO EN EL CAMINO

Hago un alto en el camino para reflexionar. Dice mi amiga Montse que cuando me pare a pensar en frío todo esto que me está pasando voy a "flipar". Pues me paro, pero es imposible poner la cabeza en modo pensamiento cuando los sentimientos andan tan a flor de piel día tras días. Hace poco más de un mes que El Café de la Luna echó a andar y su trayectoria no ha podido ser mejor. No he estado entre los más vendidos de Sant Jordi, no encabezo la lista de los más vendidos en Amazon, ni formo parte de la generación Kidle (creo que se escribe así) ni nada que se le parezca. Tampoco lo pretendo. Lo mío discurre por otros cauces. Ni mejores ni peores, simplemente otros, los míos propios.
A lo mejor me pongo pesada, porque probablemente ya lo he contado alguna vez, pero yo crecí en una casa en la que no había más libros que los que regalaban los bancos para Sant Jordi. Me inicié en la lectura como vicio bastante mayor, con unos veinticinco años. Leí a la mayoría de clásicos pasados los treinta. Escribí mi primer libro por puro instinto, lo publiqué de la manera más inconsciente gracias a un concurso. He saltado al mundo "profesional" porque se cruzó un editor en mi camino, yo no lo fui a buscar. ¿Suerte? Pues algo de eso debe de haber, pero yo me inclino por pensar que detrás de todo esto hay mucho trabajo y no menos determinación.
Son ya unos ocho años intentando sacar adelante este sueño de ser escritora y el balance no podría ser más positivo. Siete libros en mi haber. El séptimo "como dios manda" (que decía aquella) y gustando mucho. En estos momentos no me preocupa si el libro se está vendiendo mucho o no, os lo digo con el corazón en la mano. Claro que me gustaría encontrarme a final de año con un pellizquito, pero no es ese el tema. Ahora, tal vez porque sigo trabajando y no me paro mucho a pensar, lo que más me importa es saber que El Café de la Luna se está haciendo un hueco en las estanterías y en los corazones de muchos lectores. No ha pasado un día desde que comencé esta aventura que no me hayan llegado como mínimo un par de mails o sms o mensajes en el muro del Facebook o tweets. Primero eran mis amigos, la gente más cercana. Pero poco a poco han ido llegando las opiniones de los primeros desconocidos, los primeros lectores que se molestan en buscarte para decirte lo mucho que les está gustando. Parece que el libro empieza a hacer camino, poco a poco.
Y yo sigo trabajando, no he hecho otra cosa desde que comencé con esto. Siempre en la misma dirección, eso sí. No me han regalado nada, no tengo padrinos. He sido y soy cola de león, pero encantada de serlo. Si me entrevistan en los programas de la emisora en la que trabajo es por eso, porque he trabajado mucho allí. También he de decir que durante todo este tiempo he puesto mi granito de arena reseñando y recomendando libros de gente que me lo pedía, de otros a los que se lo ofrecía yo por afinidad o cercanía. Bueno, ahora me toca a mí. A diferencia de otra mucha gente yo doy antes de recibir, cuando recibo ya llevo mucho tiempo dando. ¡Ah! Y tengo una memoria de elefante, a partir de ahora leeré solo por placer, me ofreceré solamente en casos muy contados. Así me evitaré ciertos pestiños y no volveré a caer en los requiebros de determinados escritores que se dejan querer pero no dan cariño. La vida nos enseña, qué gran verdad.
A todo esto, feliz y contenta, disfrutando de este momento tan especial y preparando una nueva novela. Tengo vocación hormiguil, debe de ser eso. Solo pienso en el éxito que llega a través del trabajo y el esfuerzo. No me dejo seducir por los cantos de sirena y tengo una familia y unos amigos que me hacen tocar de pies en la tierra (aunque ellos estén más contentos que yo). Esta hormiga sigue adelante. Y, una última cosa, nunca he pensado que me pudiera hacer famosa con esto, no es el objetivo, pero os prometo que llevo unos días planteándomelo muy seriamente :) ¿Los motivos? Darle en todo en morro a algunos (afortunadamente los menos) que se empeñan en hacer a la gente de menos. Tiempo al tiempo, todo se andará. Seguiremos informando.

2 comentarios:

Víctor Morata Cortado dijo...

¡Bien dicho, Bruji! Tu sigue hormigueando que ya vendrá el invierno y veremos como algunos "cigarras" miran con deseo el festín que te das;) Espero que tu Café de la Luna siga creciendo tan bien como hasta ahora. Besos y un fuerte abrazo.

La Bruja de Clarà dijo...

Aysssss, Víctor, que cuando me da por filosofar no hay quien me aguante jejejejeje ¡Besitos!