Ha pasado una semana desde el día D, el de la gran noticia y, aunque me muero de ganas de ponerme a trabajar en todo lo referente a la publicación de mi nuevo libro, ni siquiera he abierto la carpeta en la que se encuentra el borrador con las anotaciones del editor. No, no sufro una crisis creativa ni síndrome de página en blanco alguno, estoy con la gripe. Una semana entera en cama y con dolores hasta en el flequillo. Pero a estas alturas del viernes parece que algo mejor. Covencida, eso sí, de que esta gripe no es otra cosa que una maldición de mi particular Salieri, todos tenemos uno, que anda mosqueadísimo con eso de que yo vaya a publicar :)
En fin, que sigo viva aunque no lo parezca y que lo de El Café de la Luna sigue adelante si no hay ningún contratiempo. Seguiremos cruzando los dedos, aaaaatchús!!!
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