Ya ni me acordaba de este blog. La verdad es que últimamente mi memoria no es lo que era. Más de tres años desde la última entrada, que se dice pronto. Una pandemia, un apagón internacional, unos cuantos achaques de salud y la muerte de mi padre de por medio. Han pasado mil cosas en este tiempo, también en mi carrera escritoril. Sería complicado relatarlo todo en una entrada en un blog, así que sólo os hablaré de mi última novela escrita durante la pandemia y publicada en marzo de 2024.
A los que hayáis leído El domador de lagartijas deciros que Las voces del barranco es su precuela, la vida de la misteriosa y siniestra Úrsula. Aunque tal vez es un poco ingenuo creer que alguien vaya a leerse este texto ahora que los blogs están tan demodé. El caso es que, aunque no me lo planteé en un principio, voy a tener mi propia trilogía. Qué cosas. Pero, al final, los proyectos de una escritora dependen de mil cosas, como la inspiración o las peticiones de las personas que la leen. Pasó también con El café de la Luna, que tuvo su continuación en La otra cara de la Luna, a petición de mis lectores y lectoras, y no descarto que vuelva a ocurrir.
Por lo demás, sigo picando piedra en este mundillo literario. He conseguido cosas, muchas la verdad, si tenemos en cuenta que no he tenido ni enchufes ni contactos ni "na de na" y que todo ha sido a base de trabajo y más trabajo. Hemos picado mucha piedra, para qué vamos a engañarnos; y no hemos recibido lo que hemos dado, eso también. Pero seguimos aquí después de tanto tiempo, luchando y haciendo cositas. Tengo la tranquilidad de tener detrás una editorial con la que llevo trabajando desde 2018 y que ha publicado todo lo que le he propuesto. Aunque es una editorial pequeña y con pocos recursos con lo que eso conlleva. Además de estar en Madrid y yo en Tarragona con lo que eso representa. Lo bueno es que sé que cuando acabo de escribir una novela hay alguien al otro lado que se la va a leer con cariño y que mis libros van a ir de feria en feria y voy a tener lectores de toda la península. Lo malo es que no da ni para pipas y encima te piratean. Pero bueno, son más las cosas buenas que las malas.
Así que seguimos al pie del cañón aunque mucho más relajada y realista. No creo que esto me dé para vivir jamás. Sé que no me voy a hacer "famosa" ni voy a llegar a según que sitios. Pero lo cierto es que me ahorro bastante en psicólogo y disfruto una barbaridad de cada pequeño logro. Vaya, pues al final he hablado de más cosas que de mi libro. Me ha gustado esto de volver al mundillo blogspot. Intentaré hacer alguna que otra entrada, por lo menos mientras me vuelve la inspiración o las ganas o yo qué sé qué porque no ando muy fina con los proyectos que tengo empezados. Pero esa ya es otra historia.
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