A vueltas con las galeradas, porque por más que uno mire y remire, lea y relea casi siempre se escapa algo. Es emocionante tener la maqueta de El domador de lagartijas en la pantalla del ordenador, con sus dedicatorias y sus agradecimientos... Y eso que odio tener que revisar las galeradas y que hoy tengo un dolor de cabeza espantoso y que empiezo a hiperventilar por los nervios y las ganas.
Ya queda menos y nada. En unos días tendremos la portada y el domador irá a imprenta para convertirse en una realidad en 3-D. A partir de entonces empezará lo bueno. Ay, qué nervios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario