Echo de menos escribir. Añoro el tener una historia en la cabeza y morirme de ganas de estar aporreando el teclado para dejarla salir. Me siento un poco perdida sin un proyecto de escritura entre manos. Es raro. Han pasado ya un montón de meses desde que puse el punto final a mi última novela y, desde entonces, apenas he conseguido ponerme a trabajar en unos cuantos relatos que he sido incapaz de acabar. Todo lo más he repasado y corregido cosas escritas hace tiempo.
Sigo en la literatura, eso sí. El trabajo de estos años da para que se acuerden de mí para algunas entrevistas y presentaciones, hasta para invitarme a una verbena literaria. Y eso está bien, ayuda a pensar que sigues ahí y a mantener la esperanza y las ilusiones. Pero yo lo que realmente quiero es volver a escribir, me da igual si publico o no, si me leen o no, si me invitan a cosas literarias o no. Quiero recuperar las ganas, la ilusión de comenzar un nuevo proyecto, sentir la necesidad imperiosa de no salir de casa porque tengo que ponerme a escribir, el placer de pasar horas perdida en mundos imaginarios. No sé, si alguien conoce el remedio, el antídoto a este mal mío, por favor le ruego que me lo cuente al oído.
Mientras tanto, un amigo mío que es editor, me ha dicho que lea, que lea mucho y que las ganas de escribir llegarán de nuevo. Debe tener razón, porque en los últimos tiempos tampoco he leído demasiado, no como antes, no con la misma pasión. Cruzaré los dedos mientras leo.
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