Hoy es ese día del año en el que toca hacer balance de vida, ese día en el que una mira hacia atrás y se sorprende de que ya hayan pasado tantos años, de darse cuenta de que ya tiene memoria histórica. Hoy cumplo años. Muchos ya. Se podría decir que me encuentro en la mitad de mi vida si sigo la estadística familiar y si la parca es amable conmigo.
En todo ese tiempo que veo al echar la vista atrás me doy cuenta de que he vivido. He intentado ser siempre honesta, con los demás y conmigo. He tenido miedo pero cuando ha llegado la ocasión de enfrentarse a las cosas lo he hecho con valentía, mirando de frente al miedo. He viajado, he conocido, he amado, he sido madre... Y sigo aquí. Feliz de cada segundo que se me ha escapado entre las manos y sin arrepentirme de nada, ni siquiera de los errores. Al fin y al cabo todo suma. Hoy, más vieja y más sabia (quiero creer), sigo intentando ser consecuente conmigo misma, honesta y sincera. A veces me puede el mal genio pero creo que en el fondo, si hay algo que puedo decir en mi favor, es que no soy mala persona.
Estreno un nuevo año de vida, llena de ilusiones y nuevos proyectos. También, para qué negarlo, asustada por cómo andan las cosas, por cómo se presentará el futuro. Pero básicamente feliz. Ahora que ya tengo una edad y me he ganado a pulso la etiqueta de "artista" (entiéndase por artista persona un poco excéntrica) ya me puedo permitir ser rara, es lo que trae aparejado la creatividad. Sigo con mil asignaturas pendientes. Aun no he aprendido a jugar al ajedrez ni acabo de cogerle el punto al ganchillo o a lo de calcetar, sigo teniendo mucho que aprender como escritora y más aún como persona. Supongo que aprenderé un poco más en este nuevo año que empiezo. En fin, que ya solo me queda ser poco original y cantar aquello de "gracias a la vida que me ha dado tanto". https://www.youtube.com/watch?v=WyOJ-A5iv5I.
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