No es nada original hacer balance cuando se acaba el año, lo sé, pero nunca he sido una chica original, qué le vamos a hacer. Así que voy a seguir el ritual de echar la vista atrás y recordar lo que ha sido este año que ya casi se nos ha ido. No os sorprenderé si os digo que para mí el 2012 ha sido el año de El Café de la Luna, un libro que surgió en un momento muy feliz de mi vida como algo muy personal y que nunca pensé que sería mi debut en la liga profesional de los escritores. Por esas cosas que tiene la vida, y el mundillo editorial, fue a parar a manos de un editor que quiso publicarlo. Y no era cosa fácil porque su editorial está especializada en novela negra. Ahí es nada.
Mi café llegó a las librerías el 19 de marzo y no ha hecho más que darme alegrías y todo a su alrededor ha sido buen rollo. Mientras se estaba gestando el libro físico tuve la suerte de reencontrarme con un par de buenos amigos que hacía mucho tiempo que no veía, mis fotógrafos, y también de conocer a gente estupenda como Judith Lloret Lansaque, que me regaló la maravillosa portada. A partir de ahí todo han sido buenos momentos. La presentación en Barcelona fue una maravilla porque acudió gente de todas las etapas de mi vida (EGB, instituto, universidad, sitios en los que he vivido y trabajado...). Todo el mundo se volcó y me sentí arropada y muy querida. Luego vino la de Torredembarra y después la de Tarragona que no fueron tan multitudinarias pero las disfruté igualmente.
Este año he cumplido algunos deseos y me han llegado cosas que me han hecho mucha ilusión. Por primera vez he estado firmando en Sant Jordi en Barcelona además de hacer un programa de radio en directo desde el centro neurálgico del día, la Plaza Catalnya. Desde que en el año 2008 fui a la presentación de un libro en L'Astrolabi de Gràcia tenía ganas de hacer una de un libro mío y tuve la suerte de cumplir el deseo en un acto en el que leí fragmentos de mi obra acompañada del cantautor Nelson Poblete. También ha sido mi segunda vez en la feria del libro de Madrid, la primera como autora con libro. Con ganas de repetir la experiencia. Y en este segundo año en La Tormenta en un Vaso tuve la suerte de asistir a la entrega de premios Tormenta y de entregar el premio al escritor revelación. Lo siguiente ha sido convertirme en la flamante Jefa de sección de relato y micro del blog. No se puede pedir más. También ha sido mi primera vez como moderadora en la Jornada Literaria Visor 2012. Y para acabar el año me llegó la nominación a los premios Llegir en Cas d'Incendi que se conceden por votación popular en la categoría escritora revelación y en los que El Café de la Luna ha quedado como uno de los mejores libros de este año según los lectores de la web.
Y así, entre programas de radio, reseñas, actos varios y promoción de mi libro se me ha ido el año. Sin olvidar que he estado trabajando en mi nueva novela que, si mi editor no me dice lo contrario y el panorama no cambia, estará en las librerías a finales de 2013. En la agenda ya tengo anotadas nuevas citas y al final de todo una lista de deseos y cosas para hacer en este año que llega. Por lo demás, de todo ha habido, bueno y malo. Aunque no me voy a quejar, no estaría bien con la que está cayendo. Hago lo que me gusta, voy anotando líneas en mi CV de escritora, tengo proyectos de futuro y aun me queda ilusión para seguir adelante. En fin, espero que el nuevo año nos traiga a todos muchas cosas buenas.
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