sábado, 28 de mayo de 2011

INDIGNADA


Ayer estuve en la plaza Catalunya de Barcelona, mi ciudad. Sobrevolaba la concentración de indignados un helicóptero de los Mossos d'Esquadra. Había policía por todas partes. Urbanos y mossos. Los indignados estaban sentados en el suelo con las manos alzadas. El atronador ruido de las hélices rasgando el aire ponía la carne de gallina y hacía sentir miedo. Estaba claro que algo iba a pasar. Volví a Tarragona a buscar a mi enana al cole. De todo lo que pasó después me he enterado básicamente por internet.
Estoy indignada. Las imágenes de las "fuerzas de seguridad" aporreando a los manifestantes son escalofriantes. Dicen que les provocaron. Se supone que ellos están para poner orden no para dejarse llevar por provocaciones como si fueran porteros de discoteca. Frente a manos alzadas contundentes golpes de porra. Sin duda buscaban generar violencia para poder justificar lo que estaban haciendo. ¿Nadie va a dimitir por esto? Sale el conseller Felip Puig dando patéticas explicaciones ¿y ya está? Esto no puede quedar así. Independientemente de que uno esté de acuerdo con lo que piden los indignados, independientemente de si es o no la manera o de si tenían que abandonar la concentración, independientemente de todo. No hay razón que justifique esa violencia. Vienen a la memoria los tiempos en los que los grises repartían palos a pie y a caballo y da miedo, mucho miedo. ¿Hacia dónde estamos caminando?

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