Siguen llegando cantos de sirenas y, aunque una nunca acaba de confiar demasiado en ellos, no está de más oírlos de tanto en tanto. Cuando digo "cantos de sirenas" me refiero a esas cosas que te van proponiendo, casi siempre a bastante tiempo vista, y que solo se hacen realidad muy de tanto en tanto. De momento mis cantos de sirenas siguen viniendo del mundo de la radio. Un proyecto interesante de cara al verano que viene (¡¡¡casi un año!!!) y un locutor que quiere hacer un libro sobre su programa y ha pensado en mí. Lo dicho, cantos de sirena. Al igual que en el mundo editorial en el del periodismo las cosas se alaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaargan y los tiempos se hacen leeeeeeeeeeeeeeeeentos y muchas veces todo queda en agua de borrajas. Pero como ya digo, no está mal saber que estás ahí y que piensan en ti de tanto en tanto. Hasta que todo eso llegue seguimos picando piedra. No creo en la buena suerte (si viene estupendo, no le diremos que no) creo en el trabajo. A la larga es más firme lo que se consigue a base de trabajar que lo que llega con un golpe de suerte. De momento sigo abriendo frentes de batalla y poco a poco voy recogiendo frutos. Todo llegará, estoy convencida. Y si no llega habremos disfrutado en el intento.
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