Sigue el sofocante calor. Estar sentada frente al ordenador se hace difícil y cuesta concentrarse. Como una tiene el mal vicio de escribir pero, en estas condiciones no hay manera, me he puesto a microrrelatar. Vamos, que estoy escribiendo microrrelatos.
Este es un género que no suelo cultivar demasiado, pero de tanto en tanto me doy el gustazo. Hace algún tiempo, cuando colaboraba en el espacio radiofónico de libros "Entre Llibres" en Ona la Torre quise poner en marcha un concurso de microrrelatos pero la iniciativa no prosperó. Todo fueron pegas y quedó en agua de borrajas.
Personalmente creo que el microrrelato no es un género demasiado extendido entre los lectores ni demasiado cultivado entre los escritores. Aunque estoy segura de que todo buen escritor ha puesto a prueba su dominio de la palabra escribiendo alguno. Yo me voy a escribir los míos pero os dejo con uno de Gabriel García Márquez que he encontrado por ahí y que me parece soberbio. Todo vuestro:
"...el drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida".
Gabriel García Márquez
Estás en racha, aprovéchalo.
ResponderEliminarBesitos