domingo, 8 de febrero de 2009

"LA HIJA DEL ESCRIBA" VA TOMANDO FORMA


Han pasado ya más de tres años desde que escribí "El susurro de los árboles". El tiempo transcurre muy rápido y, excepto los últimos meses, no se puede decir que no lo haya aprovechado. A esos tres años de trabajo debo las novelas "Fres@s" y "Una aldea junto al mar", la reescritura de "La luna sobre el lago", mi primer intento de novela cuando tenía 19 años, un libro de relatos sobre segundas oportunidades que casi tengo acabado, infinidad de relatos de temática variada y variopinta, y dos o tres novelas más apenas empezadas.
Creo que no se puede decir que haya estado ociosa, todo lo contrario. Ocurre que después de publicar una novela, uno es mucho más exigente consigo mismo. Por otro lado está el hecho de que alguien me aconsejara que pusiera en marcha mi idea de una novela sobre el Antiguo Egipto y, por qué no, también las ganas que tengo de acometer un proyecto de mayores dimensiones y totalmente nuevo.
Soy muy exigente conmigo misma y cuando escribo sobre algo busco documentación y me preparo antes de ponerme con la escritura. Apenas unas líneas de esta nueva novela escrita y siento la inseguridad del que cree que aún no sabe lo suficiente sobre un tema. Y eso que llevo toda mi vida enamorada del arte egipcio, visitando exposiciones, leyendo sobre el tema... en fin, que no se puede decir que sea una neófita. Pero quiero saber más.
Siempre quise escribir una novela sobre el Antiguo Egipto pero llegado el momento no tenía muy claro sobre qué escribir. Era un período tan amplio que tenía que delimitar el tiempo sobre el que yo iba a escribir. Un faraón, una dinastía, un contexto histórico, unos personajes... a partir de ahí se trataba de ir dando contenido a cada palabra, cada hecho, cada situación. Todo en conjunto resulta mucho más complejo que escribir sobre algo inventado o sobre una época que nos sea más cercana en el tiempo.
Y en este punto estoy. Mi biblioteca se ha enriquecido con algunos títulos bastante especializados sobre el tema. Mi videoteca está repleta de documentales que tengo que ver. Mi carpeta de documentos bajados de internet rebosa de textos, fotos, mapas, planos de edificios o hipogeos... en fin, se puede decir que me siento como si acometiera una labor verdaderamente faraónica.
Mientras, varios proyectos andan por ahí dando vueltas. Tal vez en pocos días pueda hacer una entrada a este blog con buenas nuevas. Tal vez no. Como me dijo Jordi Sierra la última vez que hablé con él: cada libro es el primero. Si has quedado bien con el anterior tal ve te hagan más caso con el siguiente pero igualmente tendrás que convencer. Pues en esas estamos.

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