Ahí va un adelanto de "El Café de la Luna", a ver qué os parece:
"En la confluencia de la calle del Call con Banys Nous, muy cerca de la Plaza Sant Jaume y de la Catedral, se encuentra el Café de la Luna, pedazo de una Barcelona bohemia y oculta que más bien pocos conocen. A quienes frecuenten la zona tal vez les resulte extraño ubicar en el espacio este lugar de ensueño, pero es que los ensueños carecen de ubicación y no se encuentran en ningún lugar.
Caminando por las callejas medievales que rodean la soberbia iglesia principal, perdiéndose en rincones y recovecos, uno puede hallar espacios mágicos, encantados, difíciles muchas veces de volver a encontrar. La plaza del Record es uno de esos espacios. Surge de pronto, al girar una esquina y se convierte en un regalo para las retinas. La primera sensación que uno experimenta al atravesar el arco gótico a través del cual se llega a ella es la de haber dado un salto en el tiempo, retrocediendo muchos años atrás para regresar a la época medieval.
En el centro de la plaza del Record hay una pequeña fuente. Su sonido cadencioso y suave provoca una inmediata sensación de tranquilidad. Tres enormes tilos conforman una frondosa cúpula vegetal por la que apenas se cuelan unos pocos rayos de sol que se proyectan en forma de haces de polvo de oro sobre el suelo. En primavera, pasada la época de floración, diminutos pétalos se dejan caer de estos árboles convertidos en una hermosa y delicada lluvia que no moja sino que acaricia.
Rodeado de ese impresionante marco se encuentra El Café de la Luna, ocupando los bajos de una casa de dos pisos construida en los años veinte. Sus compañeros en el espacio urbano son varios edificios levantados piedra a piedra en la Edad Media y restaurados y reconvertidos no hace demasiados años. Uno de ellos, el de su derecha, es ahora una galería de arte, el otro, a la izquierda, alberga una biblioteca. También hay un par de ellos que permanecen cerrados a cal y canto envueltos en un halo de soledad y misterio."
...Continuará...
"En la confluencia de la calle del Call con Banys Nous, muy cerca de la Plaza Sant Jaume y de la Catedral, se encuentra el Café de la Luna, pedazo de una Barcelona bohemia y oculta que más bien pocos conocen. A quienes frecuenten la zona tal vez les resulte extraño ubicar en el espacio este lugar de ensueño, pero es que los ensueños carecen de ubicación y no se encuentran en ningún lugar.
Caminando por las callejas medievales que rodean la soberbia iglesia principal, perdiéndose en rincones y recovecos, uno puede hallar espacios mágicos, encantados, difíciles muchas veces de volver a encontrar. La plaza del Record es uno de esos espacios. Surge de pronto, al girar una esquina y se convierte en un regalo para las retinas. La primera sensación que uno experimenta al atravesar el arco gótico a través del cual se llega a ella es la de haber dado un salto en el tiempo, retrocediendo muchos años atrás para regresar a la época medieval.
En el centro de la plaza del Record hay una pequeña fuente. Su sonido cadencioso y suave provoca una inmediata sensación de tranquilidad. Tres enormes tilos conforman una frondosa cúpula vegetal por la que apenas se cuelan unos pocos rayos de sol que se proyectan en forma de haces de polvo de oro sobre el suelo. En primavera, pasada la época de floración, diminutos pétalos se dejan caer de estos árboles convertidos en una hermosa y delicada lluvia que no moja sino que acaricia.
Rodeado de ese impresionante marco se encuentra El Café de la Luna, ocupando los bajos de una casa de dos pisos construida en los años veinte. Sus compañeros en el espacio urbano son varios edificios levantados piedra a piedra en la Edad Media y restaurados y reconvertidos no hace demasiados años. Uno de ellos, el de su derecha, es ahora una galería de arte, el otro, a la izquierda, alberga una biblioteca. También hay un par de ellos que permanecen cerrados a cal y canto envueltos en un halo de soledad y misterio."
...Continuará...
Maravilloso Brujita, un gusto leerte. Quedo en espera de lo que viene.
ResponderEliminarBesos y feliz día.
Bye bye
Gracias Letrita, tú siempre estás ahí para una palabra de ánimo. Besos y todo lo mejor para ti.
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