27 de abril, de madrugada. Llega el primer regalo. Una famosa escritora mexicana me confirma que tiene interés en publicar uno de mis relatos en su "Atelier" en internet y me pide fotos y una biografía. Me ilusiono. Me digo que México me trae buena suerte. Otro pequeño paso en este camino de fondo. Me voy a dormir contenta con la promesa de que durante el día enviaré lo que me piden.
A media mañana una enorme furgoneta blanca se detiene frente a mi puerta. Imagino que son libros para reseñar para Anika. El paquete es enorme, abultado, llega desde la Editorial Anaya. Qué será... qué será... Tres maravillosos libros sobre Egipto.
Y entonces me acuerdo. Hace unos meses, cuando contacté con Teresa Bedman, la egiptóloga, ella me habló sobre estas tres obras. Tal y como me dijo me puse en contacto con la editorial pero, desde entonces, no había sabido nada. El jueves un mail pidiendo disculpas por el olvido y hoy recibo este estupendo regalo de Sant Jordi.
Una maravilla, la verdad, ya que además de hacer sus correspondientes reseñas para Anika van a ser una valiosísima fuente documental para mi novela. ¿Será otra señal?
Pues ahora no tienes excusa para no avanzar más aprisa con la novela. Supongo que ya la tendrás empezada...
ResponderEliminarTe mando un beso, y que la suerte siga contigo.
¡¡¡Queridísima hermana mayor!!! Gracias por tus palabras y tus buenos deseos... y que la suerte se reparta entre los que salimos a buscarla, entre ellos tú. Besos
ResponderEliminar¡Ay, esas señales divinas! Hazles caso que seguro que te llevan a buen puerto y algo bueno hay esperándote. Me alegra que tengas tan gratas sorpresas, sobre todo literarias. Besos.
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