viernes, 20 de marzo de 2009
AL MEJOR AMIGO, EL MÁS SINCERO, EL MENOS INTERESADO
Les conocí hace unos seis años, a él y a Oriol. Desde primera hora conectamos. Él es un boxer baboso y cariñosón y a mí me encantan los perros. Durante todo este tiempo siempre que he ido a visitar a Oriol, Drum estaba allí para recibirme. La casa grande en la que antes vivía, residencia de tres solteros empedernidos que compartían gastos fue hasta hace muy poco sede de reuniones del grupo de amigos. Verbenas, finales de año, porque hoy es hoy, cumpleaños, cenas de germanor... El bueno de Drum, este perro feo y fortote, se ganó el honor de ser uno más de la pandilla.
Ahora Drum está enfermo, muy enfermo. Padece cáncer de pulmón y se consume poquito a poco. Su amigo, Oriol, se debate entre el dolor de tener que optar por la eutanasia y la pena de verlo sufrir. Cada vez que se prepara el momento de la letal inyección, cuando Oriol reúne fuerzas y decide hacerlo, el perro revive, incluso intenta jugar. Tal vez sea la intuición canina.
El caso, es que estoy triste. Tal vez haya quien no lo entienda, a quien le parezca exagerado, pero quienes tienen o han tenido perro, sabrán entenderlo perfectamente. Un perro es un perro, cierto. Hay mucha miseria, dolor y hambre en el mundo, es verdad. Pero una no puede evitar tener sentimientos.
Estoy segura de que existe un cielo para los perros lleno de farolas, pelotas de tenis y motos de carteros a las que perseguir. También imagino que habrá un dispensador automático de caricias, no puede faltar. Allí irá a parar Drum dentro de poco y, mientras espera que llegue su inseparable Nuca, no dejará de darle a la máquina de caricias. Seguro que existe un cielo animal para esos fieles amigos y compañeros de vida que todos tenemos o hemos tenido alguna vez. Es el premio justo por una vida de servicio, fidelidad y amor incondicional a quienes nos llamamos sus amos. Allí la fiesta seguirá, Drum, estoy segura.
Ese es, Mª Dolores, un momento terriblemente duro por el que tuve que pasar el pasado verano. Scott mi compañero, un westie de 14 años, llevaba tiempo con una enfermedad silenciosa, que no daba la cara con sintoma alguno y por lo tanto no sabíamos que padecía, pero letal: insuficiencia renal.
ResponderEliminarSe me fue en menos de 1 semana. De nada sirvieron sueros ni medicaciones.
Y el hueco que dejó resultó terrible e irremplazable. Aún hoy me despido cada noche de él antes de irme a la cama. No importa que ahora tenga a Nora, otra westie que ha heredado parte del caracter de Scott, la cuestión es que él formará parte de mi por el resto de mi vida.
Sin embargo, siempre que lo recuerdo,siempre, es mostrando una sonrisa, pues lo que nos queda es su cariño incondicional, su amor sincero.
De otro modo, sería imposible soportarlo.
Un abrazo enorme, porque en estas cosas los besos no vale, y una tonelada de ánimo y valor.
En el viaje que es mi vida he perdido muchos compañeros. Un pedazo de mi corazón es suyo para siempre: Laika, mestiza con la que pretendí a mis 11 años homenajear a la perra que llegó al espacio; Trufa, que sin llegar al espacio llenó el mío; Fiby, que me llenó de tantas y tantas caricias... Ahora está conmigo Kai, que es un eterno cachorro que me mira y me comprende. Y a todos los que pasaron por mi vida, Bandit, el husky con el que compartí horas de insomnio en el porche de casa viendo llover a las 5 de la mañana, quedándonos dormidos hasta que mi madre nos despertaba...él sobre el suelo y yo sobre él. No he tenido mejores amigos, y jamás los tendré.
ResponderEliminarHola Dolors,
ResponderEliminarHe penjat al meu bloc el retall del Diari de TGN on surt la foto de la presntació. També he posat per allà sota el retall de Cel Obert on surt l'article que he escrit sobre el teu llibre.
Records,
Jordi
Queridos Teo y Carolina, es un gusto encontrar a otros amigos de los perros, personas capaces de entender lo que se llegan a querer estos animales. Coincido contigo, Carolina, ningún amigo como ellos. De las personas no te puedes fiar, de un perro sí porque él siempre estará y no te dará la espalda. Un fuerte abrazo para estos amigos, compañeros de letras y de amor por los perros.
ResponderEliminarDesde hace un tiempo coopero con SOS Galgos, como casa de acogida, y es una pena como tratan a estos animales.
ResponderEliminarAhora tengo en casa un macho de unos tres años, que cuando llego no podia levantar la pata para orinar ya que se caia, ha aumentado de peso, le hemos desparasitado y come un kilo de arroz con carne cada día, le tratamos de la erliquia y de la lismania.
Cuando este más fuerte, le operaremos para extraer unos perdigones que tiene en la parte trasera. En tanto ya corre, carreras cortas de unos 30 metros, nada que ver con la galga que tenemos que realiza carreras de 300 o 400 metros sin aparente esfuerzo, todo eloo en plan ocio, sin motivo aparente.
Estos animales son una gozada, maximo cuando ves sus progresos día a día, y agradecidos un monton.
Quien maltrata a un animal es también quien maltrata a las personas.
La pagina es www.sosgalgos.com y en mi blog hay un acceso.
ResponderEliminarGracias adelantadas.