Puede sonar presuntuoso o aventurado, pero la verdad es que es así como lo siento. Yanitzia Canetti, es mi amiga. Una amiga hallada en el ciberespacio y que ahora cada vez está más cerca de mi corazón. La cosa tiene su gracia. Nos conocimos en internet por esas cosas que tiene el azar y este complicado mundo virtual que no conoce de fronteras ni atiende a razones y realidades. Al principio de esta historia, ignorante de mí, pensé que era una debutante como yo. Nada más lejos de la realidad.
Yanitzia, es una estupenda escritora, directora editoral, editora, asesora literaria, fotógrafa profesional, empresaria... ahí es nada. Sus libros para niños rebosan ternura y dejan entrever a esa niña traviesa que aún lleva dentro y que estoy segura de que nunca la abandonará. En cuanto a sus obras para adultos, aún estoy en la agradable labor de descubrirla, pero la crítica no puede ser mejor.
Confieso que poco sé de la Yanitzia escritora, algo que prometo voy a enmendar, pero puedo decir que conozco algo más a la Yanitzia persona. Esa que me escribe largos y divertidos e-mails pese a no tener apenas tiempo. Esa que me regaña cuando le pido si tiene un libro que no encuentro en formato PDF para poderlo leer y ella me dice que hay que comprar todos los libros que lo que pretendo haría perder dinero al escritor. La que me deja en manos de sus duendes sólo cuando no hay más remedio pero luego me compensa regalándome sonrisas hechas con dos puntitos y un paréntesis. Esa que lee mis largos e-mails de vuelta y se ríe conmigo.
Gracias a esa Yani, he descubierto que una escritora famosa puede ser, y en su caso es, una persona normal y corriente, amable y accesible, encantadora. Gracias a ella y a otros escritores como Zoé Valdés, Jordi Sierra i Fabra, Juan Abreu, Ricardo Gómez y otros, me he propuesto ser amable y considerada con cualquier escritor que esté un paso por detrás de mí y me pida consejo o me sugiera que lea algunos de sus escritos. También, gracias a ella, he vuelto a leer un cuento para niños y lo mejor de todo es que me ha gustado.
Para todos aquellos que queráis conocer un poco más a la persona y a la escritora ahí va su página web: www.yanitziacanetti.com . En cuanto a mí, espero poder conocerla un poquito más cuando se acerque por estas tierras. Ella con su taza de café (asegura que lo exige su alma cubana) y yo con mi boca abierta, porque seguro que Yanitzia tendrá muchas cosas interesantes para contar.
sábado, 31 de enero de 2009
ESCRITORA CON NIÑA AL BORDE DE UN ATAQUE DE NERVIOS
Como dijo Milan Kundera :"En el álgebra del amor el hijo es el signo mágico de la suma de dos seres." Siempre me ha gustado esta frase. Es verdad que un hijo es la mayor prueba de amor que existe, ya no sólo entre dos personas que se aman, sino de una mujer hacia ese ser que recién llega a tu vida y que te la cambiará, tanto que no volverás a reconocerla y ya nunca más te pertenecerá.
Siempre quise ser madre. No sé si es instinto, necesidad o uno de mis muchos sueños. Pasados los 30 el reloj biológico empezó a dejar salir su escandaloso cuco a todas horas. Pero no se daban las condiciones necesarias y lo dejé pasar. Ya casi había abandonado la idea de ser madre cuando en el 2006 supe que estaba embarazada. Recogí mi primer premio literario, La Rosa de Barcelona, con Lluna en mi vientre aunque aún no lo sabía.
En la primavera del 2007, justo cuando empiezan a salir las flores, Lluna llegó a mi vida. Ser madre es un trabajo duro, difícil de ejercer porque nadie nos ha enseñado cómo debemos hacerlo, cansado porque se es mamá las 24 horas del día y, a veces, un trabajo muy ingrato porque además de tener que hacer muchas renuncias no está remunerado. Por si fuera poco, conforme el bebé va creciendo disminuye el tiempo libre y aumentan las complicaciones.
¿Cómo hacer para seguir adelante con una carrera literaria que apenas comienza y cuidar a un bebé al mismo tiempo? Existen las guarderias y los abuelos, cierto. Mis padres viven lejos y mi mecenas "amb prou feines" paga las letras, las facturas y nos mantiene (toda una hazaña en estos tiempos de crisis). Sin guardería ni abuelos la vida de la escritora que empieza se complica y se convierte en una carrera contra reloj para poder atender la casa, la niña, el trabajo de periodista free-lance, intentar hacer contactos y, por si fuera poco, seguir escribiendo.
Se suele decir que las niñas son más tranquilas, no me lo creo. Que cuando se hacen un poco mayores se entretienen solos, eso aún está por ver. Lluna se entretiene cinco minutos haciendo cosas que puede hacer, el resto del tiempo prefiere dedicarlo a explorar nuevos mundos y los límites de mi paciencia. Luego están sus deportes favoritos. Entre ellos meter cosas dentro de la impresora (monedas, por ejemplo), abrir los cajones y sacar todo lo que hay dentro, torturar al bueno de Max, pintar por todas partes (colchas, sillas, muñecos...).
Con todo y así una sigue en su empeño. Como me dijo hace poco mi amiga Anna Serramià, en tiempos de Carmen Martín Gaite las cosas eran más difíciles que ahora y ella lo consiguió. Ella y tantas otras, y entonces no había lavadoras, pañales desechables, microondas, ordenadores... O sea, moraleja, me tengo que poner las pilas y empezar con esa novela que ya me están pidiendo a gritos mis lectores amigos. Pues eso. Dejo el blog y el Facebook y me pongo a ello.
Siempre quise ser madre. No sé si es instinto, necesidad o uno de mis muchos sueños. Pasados los 30 el reloj biológico empezó a dejar salir su escandaloso cuco a todas horas. Pero no se daban las condiciones necesarias y lo dejé pasar. Ya casi había abandonado la idea de ser madre cuando en el 2006 supe que estaba embarazada. Recogí mi primer premio literario, La Rosa de Barcelona, con Lluna en mi vientre aunque aún no lo sabía.
En la primavera del 2007, justo cuando empiezan a salir las flores, Lluna llegó a mi vida. Ser madre es un trabajo duro, difícil de ejercer porque nadie nos ha enseñado cómo debemos hacerlo, cansado porque se es mamá las 24 horas del día y, a veces, un trabajo muy ingrato porque además de tener que hacer muchas renuncias no está remunerado. Por si fuera poco, conforme el bebé va creciendo disminuye el tiempo libre y aumentan las complicaciones.
¿Cómo hacer para seguir adelante con una carrera literaria que apenas comienza y cuidar a un bebé al mismo tiempo? Existen las guarderias y los abuelos, cierto. Mis padres viven lejos y mi mecenas "amb prou feines" paga las letras, las facturas y nos mantiene (toda una hazaña en estos tiempos de crisis). Sin guardería ni abuelos la vida de la escritora que empieza se complica y se convierte en una carrera contra reloj para poder atender la casa, la niña, el trabajo de periodista free-lance, intentar hacer contactos y, por si fuera poco, seguir escribiendo.
Se suele decir que las niñas son más tranquilas, no me lo creo. Que cuando se hacen un poco mayores se entretienen solos, eso aún está por ver. Lluna se entretiene cinco minutos haciendo cosas que puede hacer, el resto del tiempo prefiere dedicarlo a explorar nuevos mundos y los límites de mi paciencia. Luego están sus deportes favoritos. Entre ellos meter cosas dentro de la impresora (monedas, por ejemplo), abrir los cajones y sacar todo lo que hay dentro, torturar al bueno de Max, pintar por todas partes (colchas, sillas, muñecos...).
Con todo y así una sigue en su empeño. Como me dijo hace poco mi amiga Anna Serramià, en tiempos de Carmen Martín Gaite las cosas eran más difíciles que ahora y ella lo consiguió. Ella y tantas otras, y entonces no había lavadoras, pañales desechables, microondas, ordenadores... O sea, moraleja, me tengo que poner las pilas y empezar con esa novela que ya me están pidiendo a gritos mis lectores amigos. Pues eso. Dejo el blog y el Facebook y me pongo a ello.
jueves, 29 de enero de 2009
PROYECTOS
Hace unos meses, después de ganar el YoEscribo.com de novela, me puse en contacto con un agente literario gracias a Carlos Hugo Asperilla Cascajero, anterior ganador del certamen. El personaje en cuestión, el agente, me pidió que le enviara mi novela, un currículum y una lista de mis proyectos literarios. No he vuelto a saber nada más de él desde el día que me envió un mail en el que me daba la bienvenida a bordoy me comentaba que había enviado mi novela a "varias y escogidas editoriales". Nada más.
El caso es que no fue ninguna decepción el comportamiento del tipo. Por como me trató y las referencias que me han llegado de él, poca cosa más podía esperar. Lo bueno de todo esto es que me aconsejó decantarme por uno de mis proyectos en cuestión.
Soy una enamorada del Antiguo Egipto desde que tengo uso de razón. Desde niña he recortado noticias en los diarios, fotografías, he comprado revistas y libros, papiros, reproducciones y he soñado con visitar el país de los faraones. Por tres veces me he quedado con las ganas y con los tres viajes suspendidos por diferentes motivos. Hasta un exnovio me ofreció llevarme a Egipto si volvía con él. También, entre mis tesoros más preciados, se encuentran un escarabajo de esteatita del Imperio Nuevo y un utshebi de época baja (auténticos de verdad de la verdadera).
Efectivamente, el agente me recomendó ponerme manos a la obra con mi novela de Egipto otro sueño, también, largo tiempo acariciado. Me lo aconsejó porque "es un tema que tiene mercado". Y en esas estamos. Documentando una novela que se sitúa en la época de Ramsés II y de su esposa, la bella Nefertary. Se trata, sin duda, de un proyecto faraónico, y no es una manera de hablar. Escribir sobre esa época es todo un reto y exige un conocimiento exhaustivo y documentarse al máximo. Tengo personajes, tengo título, tengo medio hilada la trama... sólo me falta ponerme a escribir.
El caso es que no fue ninguna decepción el comportamiento del tipo. Por como me trató y las referencias que me han llegado de él, poca cosa más podía esperar. Lo bueno de todo esto es que me aconsejó decantarme por uno de mis proyectos en cuestión.
Soy una enamorada del Antiguo Egipto desde que tengo uso de razón. Desde niña he recortado noticias en los diarios, fotografías, he comprado revistas y libros, papiros, reproducciones y he soñado con visitar el país de los faraones. Por tres veces me he quedado con las ganas y con los tres viajes suspendidos por diferentes motivos. Hasta un exnovio me ofreció llevarme a Egipto si volvía con él. También, entre mis tesoros más preciados, se encuentran un escarabajo de esteatita del Imperio Nuevo y un utshebi de época baja (auténticos de verdad de la verdadera).
Efectivamente, el agente me recomendó ponerme manos a la obra con mi novela de Egipto otro sueño, también, largo tiempo acariciado. Me lo aconsejó porque "es un tema que tiene mercado". Y en esas estamos. Documentando una novela que se sitúa en la época de Ramsés II y de su esposa, la bella Nefertary. Se trata, sin duda, de un proyecto faraónico, y no es una manera de hablar. Escribir sobre esa época es todo un reto y exige un conocimiento exhaustivo y documentarse al máximo. Tengo personajes, tengo título, tengo medio hilada la trama... sólo me falta ponerme a escribir.
RITUALES
Esto de querer ser escritor es algo así como "mamá, quiero ser artista". Es un oficio poco reconocido y mal pagado, si es que te lo llegan a pagar. A veces, incluso, hay que rascarse el bolsillo para poder ver la obra de una en papel. ¿Y el tiempo? ¿Y los horarios? Encontrar un lugar en el que ponerse a escribir tampoco es fácil. No todas las escritoras tenemos nuestra habitación propia, ese espacio alejado del mundanal ruido y de las influencias del exterior para poder viajar a ese otro universo que puebla nuestra imaginación.
Hay tantos mitos como realidades o leyendas negras. El miedo a la hoja en blanco... El que escribir una novela es como parir... El peligro del plagio...
Como suele ocurrir en casi todo, cada escritor es un mundo. Lo que sí que es cierto es que a escribir sólo se aprende escribiendo, aunque parezca una obviedad. También ayuda leer, por supuesto. ¿La manera de salir del anonimato? ¿La forma de dejar de ser inédito? Todas son buenas. Participar en concursos es una de ellas. Llamar a las puertas de las editoriales, otra. Y luego está el hacer contactos, hecho básico en cualquier esfera de la vida actual.
Creerse escritor es uno de los primeros pasos a seguir. Eso no quiere decir que uno deba "ir" de escritor por la vida, simplemente hay que sentirse parte de este bello oficio. Luego, poco a poco, ir explorando los diferentes universos creativos y las diferentes técnicas. Y así, también de a poquito, ir corriendo esta carrera de fondo que es la escritura. Siempre hay algo por aprender. Siempre hay alguna idea merecedora de ser apuntada en nuestra libreta de notas. Cualquier cosa puede ser motivo de inspiración.
Y, finalmente, están los rituales. Crear el nuestro propio nos ayuda a sentir que se está poniendo en marcha el proceso de escritura, que nos disponemos a entrar en un mundo de letras que se unen formando las palabras que nosotros convertiremos en nuestras propias frases. En mi caso, una barrita de incienso quemándose y desprendiendo su aroma en el aire de la habitación, una taza de té que me haga compañía y un diccionario a mano. No me hace falta más. Bueno, mi desgastado teclado y, si el día va bien, la visita de las casquivanas musas. Y así empieza otra historia...
Hay tantos mitos como realidades o leyendas negras. El miedo a la hoja en blanco... El que escribir una novela es como parir... El peligro del plagio...
Como suele ocurrir en casi todo, cada escritor es un mundo. Lo que sí que es cierto es que a escribir sólo se aprende escribiendo, aunque parezca una obviedad. También ayuda leer, por supuesto. ¿La manera de salir del anonimato? ¿La forma de dejar de ser inédito? Todas son buenas. Participar en concursos es una de ellas. Llamar a las puertas de las editoriales, otra. Y luego está el hacer contactos, hecho básico en cualquier esfera de la vida actual.
Creerse escritor es uno de los primeros pasos a seguir. Eso no quiere decir que uno deba "ir" de escritor por la vida, simplemente hay que sentirse parte de este bello oficio. Luego, poco a poco, ir explorando los diferentes universos creativos y las diferentes técnicas. Y así, también de a poquito, ir corriendo esta carrera de fondo que es la escritura. Siempre hay algo por aprender. Siempre hay alguna idea merecedora de ser apuntada en nuestra libreta de notas. Cualquier cosa puede ser motivo de inspiración.
Y, finalmente, están los rituales. Crear el nuestro propio nos ayuda a sentir que se está poniendo en marcha el proceso de escritura, que nos disponemos a entrar en un mundo de letras que se unen formando las palabras que nosotros convertiremos en nuestras propias frases. En mi caso, una barrita de incienso quemándose y desprendiendo su aroma en el aire de la habitación, una taza de té que me haga compañía y un diccionario a mano. No me hace falta más. Bueno, mi desgastado teclado y, si el día va bien, la visita de las casquivanas musas. Y así empieza otra historia...
miércoles, 28 de enero de 2009
ANA MARIA MATUTE ME DEDICA SU "OLVIDADO REY GUDÚ"
Me hubiera gustado poder conocerla. Ella, una de las mejores escritoras de este país, la única, grande, inigualable Ana María Matute. Las circunstancias no lo permitieron, ya es la segunda vez. Pero, afortunadamente, mi "contacto" en Onda Cero puso en sus manos mi ejemplar de su libro "Olvidado Rey Gudú" y le habló de mí.
Me la definen como una persona entrañable, amable y cercana. Eso viniendo de alguien con su trayectoria profesional y sus muchos méritos tiene doble valor. Su dedicatoria, a mi modo de ver, es un acto de generosidad hacia una "mindundis" como yo. Le agradezco a esta gran escritora que haya tenido el detalle de considerarme "su colega". ¡Qué gusto me dio leerlo! Pero seamos humildes y, sobre todo, toquemos de pies a tierra: ¡¡¡qué más quisiera yo que llegar a ser la mitad de lo que usted, Ana María, es!!! Lo del asiento en la Real Academia tampoco es que me apasione mucho, pero su maestría escribiendo... Gracias y sepa que este libro firmado por usted pasa a formar parte de mis tesoros más preciados.
EL PIANISTA DE LA PEQUEÑA CUBA
La Bruja de Clarà ataca de nuevo. Después de un 2008 de novedades y pequeños logros (el premio de novela YoEscribo.com, el certamen de escritura Scream "Cielo Abierto"...) el 2009 nos ha traído un nuevo pasito hacia la consecución del sueño. La revista digital Palabras Diversas, http://www.palabrasdiversas.com/, ha publicado el cuento El Pianista de la Pequeña Cuba de la Bruja de Clarà, en el nº 15 de la revista, en su sección La Prosa que no cesa.
La verdad es que, después de un largo periodo de sequera creativa, de desmotivación y de pocas ganas de ponerme a la faena, ver y que los demás puedan ver este cuento me reconforta y me anima, me ayuda a pensar que puedo seguir haciendo cosas y que mi sueño de ser escritora puede pasar de ser algo más que la flor de un día.
El 27 de febrero, con la presentación de "El susurro de los árboles", espero cerrar un ciclo y dejar atrás ese principio para seguir adelante sin lastres. Seguir quemando incienso, bebiendo té... y dejando fluir las ideas.
La verdad es que, después de un largo periodo de sequera creativa, de desmotivación y de pocas ganas de ponerme a la faena, ver y que los demás puedan ver este cuento me reconforta y me anima, me ayuda a pensar que puedo seguir haciendo cosas y que mi sueño de ser escritora puede pasar de ser algo más que la flor de un día.
El 27 de febrero, con la presentación de "El susurro de los árboles", espero cerrar un ciclo y dejar atrás ese principio para seguir adelante sin lastres. Seguir quemando incienso, bebiendo té... y dejando fluir las ideas.
lunes, 26 de enero de 2009
LIBROS A LA LUZ DE LA LUNA
Una lectora como yo, enamorada de cada palabra, cada frase y todos los libros, tenía que tener un espacio dedicado a sus lecturas. Descubrí esto de leer como puro vicio y, casi diría, como una manera de vida, cuando tenía 23 o 24 años. Hasta entonces, una economía precaria y un domicilio familiar con libros de pega no me habían ofrecido demasiadas posibilidades.
Recuerdo con cariño, y aún conservo, mis primeros libros. Cuentos de Andersen, Cuentos de Siempre, Sissi Emperatriz, I tu que hi fas aqui?, aquel osito Padintong que tomé prestado en la biblioteca del colegio cuando tenía apenas 8 o 9 años... La biblioteca. Aquel lugar misterioso con sus paredes tapizadas de libros hasta arriba. También recuerdo el olor de aquel lugar y las veces que me dejaban acudir sola a visitarla. Sí, porque resulta que siempre era la primera en acabar los exámenes y no me atrevía a levantarme la primera, hasta que una vez me armé de valor para hacerlo y tuve mi recompensa: la profesora me envió a la biblioteca a esperar que las demás acabaran.
Y así, despacito, descubrí un montón de autores y un sinfín de mundos reales o inventados que estaban esperando a que yo los visitara. Las lecturas obligadas del colegio y luego del instituto que yo esperaba con verdadera ilusión ya que sabía que de esa manera mi madre tendría que comprármelas. Mi primer premio, el Baldiri Reixac, y su recompensa en forma de libros... Y luego, un día, se cruzó en mi camino un libro de magia egipcia práctica en el que venía una oración al dios Thot que haría que los libros vinieran a mí de infinidad de maneras, algunas mágicas o, cuanto menos, poco convencionales. La recité en voz alta. Desde entonces no me han faltado.
Durante un tiempo los libros me aliviaron de las penas, me ayudaron a crear una realidad mágica paralela a la que me tocaba vivir en aquellos momentos y que no me gustaba. Gracias a ellos escapé de la depresión y de la soledad. Más de cuarenta títulos leídos cada año mantenían mi cabeza ocupada y fueron poniendo los cimientos de la escritora que he querido ser después.
Y entonces llegó Lluna. Lluna con su fragilidad y su ternura, primero. Lluna con su desenfrenada actividad y sus ganas de vivir y de descrubrir cada milímetro cuadrado del mundo. Y con Lluna llegó el cansancio y se esfumó el tiempo. Y sin tiempo no había lectura. Y con cansancio no había ganas de leer.
Hasta que llegó a mí mi pequeña lamparita para libros, un maravilloso invento que me cambió la vida y que me devolvió, en parte, a mi mundo de palabras y frases y a mis ratos de páginas y letras. Os invito a visitar mi nuevo blog donde hablo de algunas de las lecturas que he podido hacer y disfrutar desde entonces: librosalaluzdelaluna.blogspot.com .
Recuerdo con cariño, y aún conservo, mis primeros libros. Cuentos de Andersen, Cuentos de Siempre, Sissi Emperatriz, I tu que hi fas aqui?, aquel osito Padintong que tomé prestado en la biblioteca del colegio cuando tenía apenas 8 o 9 años... La biblioteca. Aquel lugar misterioso con sus paredes tapizadas de libros hasta arriba. También recuerdo el olor de aquel lugar y las veces que me dejaban acudir sola a visitarla. Sí, porque resulta que siempre era la primera en acabar los exámenes y no me atrevía a levantarme la primera, hasta que una vez me armé de valor para hacerlo y tuve mi recompensa: la profesora me envió a la biblioteca a esperar que las demás acabaran.
Y así, despacito, descubrí un montón de autores y un sinfín de mundos reales o inventados que estaban esperando a que yo los visitara. Las lecturas obligadas del colegio y luego del instituto que yo esperaba con verdadera ilusión ya que sabía que de esa manera mi madre tendría que comprármelas. Mi primer premio, el Baldiri Reixac, y su recompensa en forma de libros... Y luego, un día, se cruzó en mi camino un libro de magia egipcia práctica en el que venía una oración al dios Thot que haría que los libros vinieran a mí de infinidad de maneras, algunas mágicas o, cuanto menos, poco convencionales. La recité en voz alta. Desde entonces no me han faltado.
Durante un tiempo los libros me aliviaron de las penas, me ayudaron a crear una realidad mágica paralela a la que me tocaba vivir en aquellos momentos y que no me gustaba. Gracias a ellos escapé de la depresión y de la soledad. Más de cuarenta títulos leídos cada año mantenían mi cabeza ocupada y fueron poniendo los cimientos de la escritora que he querido ser después.
Y entonces llegó Lluna. Lluna con su fragilidad y su ternura, primero. Lluna con su desenfrenada actividad y sus ganas de vivir y de descrubrir cada milímetro cuadrado del mundo. Y con Lluna llegó el cansancio y se esfumó el tiempo. Y sin tiempo no había lectura. Y con cansancio no había ganas de leer.
Hasta que llegó a mí mi pequeña lamparita para libros, un maravilloso invento que me cambió la vida y que me devolvió, en parte, a mi mundo de palabras y frases y a mis ratos de páginas y letras. Os invito a visitar mi nuevo blog donde hablo de algunas de las lecturas que he podido hacer y disfrutar desde entonces: librosalaluzdelaluna.blogspot.com .
miércoles, 21 de enero de 2009
YA ME CREO QUE TENDRÉ PRESENTACIÓN
Pues sí, si no pasa nada, si los hados nos son propicios y el cielo no se nos cae encima, el día 27 de febrero a las 19:00 en la Biblioteca Pública de Torredembarra mi novela "El susurro de los árboles" se vestirá de largo para su presentación en sociedad. Hablarán de mí, espero que bien, Jordi Suñé, Belén Márquez y Esteve Morros. ¡¡¡Estáis todos invitados!!! Y si alguien viene con el libro se lo firmaré encantada. Seguro que me hace más ilusión a mí firmarlo que a vosotros que os lo firme.
miércoles, 14 de enero de 2009
CONCENTRACIÓN POR LA PAZ
No puedo entender que nadie esté a favor de la guerra, de ninguna guerra. Me cuesta creer que se pueda justificar y apoyar el asesinato indiscriminado de inocentes. ¿Daños colaterales? ¿A quién quieren engañar? No me creo tampoco que haya ideas políticas o religiosas de por medio, simplemente hay intereses económicos, como siempre.
Y mientras, tenemos que permanecer impotentes como espectadores de este despropósito que es la guerra. Y mientras, nos encogemos y se nos revuelven las tripas contemplando por la televisión las imágenes de cuerpos ensangrentados y mutilados y las caritas de pánico de temblorosos niños. Podría ser yo. Podría ser mi pequeña Lluna la que temblara asustada sin comprender por qué, sin entender la sinrazón de la guerra.
Por eso, el sábado 17 de enero iré a la Plaça del Castell de Torredembarra a encender una vela para pedir el fin de la guerra. Poco más puedo hacer.
RECUERDA: PLAÇA DEL CASTELL, TORREDEMBARRA, A LES 18:00.
Y mientras, tenemos que permanecer impotentes como espectadores de este despropósito que es la guerra. Y mientras, nos encogemos y se nos revuelven las tripas contemplando por la televisión las imágenes de cuerpos ensangrentados y mutilados y las caritas de pánico de temblorosos niños. Podría ser yo. Podría ser mi pequeña Lluna la que temblara asustada sin comprender por qué, sin entender la sinrazón de la guerra.
Por eso, el sábado 17 de enero iré a la Plaça del Castell de Torredembarra a encender una vela para pedir el fin de la guerra. Poco más puedo hacer.
RECUERDA: PLAÇA DEL CASTELL, TORREDEMBARRA, A LES 18:00.
CRITICA DE CARLOS HUGO ASPERILLA CASCAJERO, premio novela YoEscribo.com 2007
Ante todo muchas felicidades por parte del anterior ganador de este certamen de novela. Tengo que decir que siento preferecia por los libros de viajes, y me he leído muchos sobre esta temática; y si en EEUU tienen a Jack Kerouac aquí tenemos a Ma. Dolores derrochando talento en este sentido... quien quiera saber algo más sobre la historia reciente de Chile de una manera amena... es totalemente recomendable hacerse con la lectura de M. Dolores. Pero, cuidado, la lectura de EL SUSURRO DE LOS ARBOLES engancha, y de una manera que solo los buenos autores saben hacer. Son capítulos cortos los que conforman el libro, y en cada uno de ellos... además de encerrár unos personajes con los que te encariñas enseguida, prepara en las ultimas líneas los cimientos del siguiente... con la sutileza de engañarnos para que no podamos resistir sumergirnos de nuevo en las siguientes páginas. Por eso, M. Dolores... por esa vocación tan bien resuelta, te felicito de nuevo... y te auguro muchos éxitos con los que nos deleitarás, sin duda, durante muchos años.
Gracias a ti por esta maravillosa crítica. ¿Me comparas con Kerouac? Menudo lujo. ¡¡¡Cómo se nota que me tienes un gran cariño!!!
Gracias a ti por esta maravillosa crítica. ¿Me comparas con Kerouac? Menudo lujo. ¡¡¡Cómo se nota que me tienes un gran cariño!!!
viernes, 9 de enero de 2009
domingo, 4 de enero de 2009
EMPEZAMOS CON BUEN PIE EL 2009
Ante todo y para todos un feliz año nuevo lleno de salud, trabajo, felicidad, amor y libros. El mío ha empezado bastante bien, no me puedo quejar. El pasado día 2 de enero, recién estrenadito el año, "El susurro de los árboles" se asomaba a las ondas por la puerta grande. La periodista Carmen Juan nos hacía una entrevista conjunta a Maribel Juan y a mí en el programa radiofónico de Julia Otero "Julia en la Onda" en Onda Cero.
Una buena experiencia, breve pero interesante. Esta es una de las cosas que ayudan a hacer que una se sienta más escritora. Independientemente de la repercusión que pueda tener disfruté mucho haciéndolo y eso es lo que realmente importa. ¡¡Bienvenido 2009!!
Una buena experiencia, breve pero interesante. Esta es una de las cosas que ayudan a hacer que una se sienta más escritora. Independientemente de la repercusión que pueda tener disfruté mucho haciéndolo y eso es lo que realmente importa. ¡¡Bienvenido 2009!!