Aún quedan unos meses para el día D pero, para qué negarlo, yo vivo pensando en él. Pero mientras tanto hemos de seguir trabajando, creando nuevas historias, llamando a puertas, trabajando más... Por lo pronto mañana comienza la temporada del Quítate la Liga en Onda Cero, qué vértigo. También mañana tengo una comida de placer-negocios con mi director en Cuando ruge la Marabunta. Siempre van bien estas cosas para estrechar lazos y fraguar nuevos proyectos. Al final me he rendido a la evidencia de que el mundo de las ondas tiene un extraño imán que ejerce su poder de atracción sobre mí y que estoy predestinada a ejercer como periodista radiofónica más de una vez al menos en los próximos años.
Y mientras tanto también, ponemos en marcha toda la maquinaria de promoción del libro. Tengo un grupo de amigos muy creativos que piensan en El Café de la Luna casi tanto como yo y me bombardean con estupendas ideas. De momento ya tengo planes para siete presentaciones, ahí es nada, con más amigos que se ofrecen a ayudar y, sobre todo, a asistir. Ay, qué emocionante es todo esto, os lo aseguro. ¡Ah! y que no se me olvide. Ya tengo dos propuestas de dos maravillosos fotógrafos que se han ofrecido para hacerme la foto de la solapa del libro.¿No es fantástico? Yo me siento muuuuy bien. Espero que las cosas se vayan concretando pero, de momento, lo estoy disfrutando mucho. Espero que este libro haga también felices a todas esas personas que lo sienten un poco suyo y que están dispuestas a compartir conmigo su nacimiento y todo lo que vendrá con él. Lo mejor de estas cosas es tener con quién compartirlas. AY, qué felicidad.
