¡¡¡¡Qué emoción!!!! Ya sé que pensaréis que me emociono por todo y hasta es muy probable que tengáis razón. A lo mejor es que soy una desmedida en mis emociones. Bueno, no puedo cambiar eso. Pero os explico que me estoy yendo de tema. Hoy he recibido las actas del IV Certamen de Escritura Scream Cielo Abierto y el diploma de la ganadora, todo ello para que estampe mi firma en el lugar que le corresponde: al ladito mismo de la de Ricardo Gómez.¿Os imagináis lo que significa para mí? Mi nombre al lado del de un escritorazo como la copa de un pino, un escritor galardonado y reconocido que, además, ya puedo considerar amigo. Pues es un puntazo, os lo puedo asegurar.
Hace unos años, cinco con los tres de parón por esas cosas que tiene la maternidad, cuando me puse a escribir con la intención de "hacer cosas" relacionadas con la literatura, nunca me imaginé que conseguiría todo lo que he conseguido por mí misma y sin ayuda de nadie. Tengo un currículum lleno de cositas de las que me siento muy orgullosa. Tengo publicada una novela y tres antologías (otra en camino). Conozco a muchos escritores y gente del mundillo. Tengo amigos escritores. Y, sobre todo, tengo la sensación de que pertenezco a algo, a un mundo paralelo en el que todos amamos leer y la mayoría escribir, formado por gente que tiene mis mismas inquietudes y a la que le puedo contar mis alegrías y mis preocupaciones.
Es lento, es verdad. Sería mucho más rápido y más sencillo optar por la auto/coedición sabiendo que todo lo que escribo se va a publicar. Pero pese a las múltiples ofertas no siento la tentación. Esto mío es casi artesanal, mismamente encaje de bolillos, y voy consiguiendo cada cosa tras mucho esfuerzo, llamando a mil puertas sin que se abra más que alguna que otra rendija... Pero vale la pena. Para llegar a la firma de estas actas tuve que ganar dos veces seguidas el certamen literario. Han sido más de dos años desde que envié al concurso aquel "El aroma del jazmín". Pero debatir con Ricardo, como miembro del jurado, sobre los relatos participantes fue apasionante y ver hoy las actas (un documento de la OIT en carpeta del Ministerio de Trabajo y de Asuntos Sociales)con mi nombre en ellas y al lado de semejante escritor... Además, Ricardo fue tan generoso como para permitirme que yo redactase el texto que figura en las actas. Imagino que con esto podréis entender mi emoción.
